domingo, 21 de agosto de 2011

El cirujano clandestino


Hamilton Naki que fue jardinero en la Universidad de Ciudad del Cabo, limpió las jaulas del Departamento Médico y trabajó como anestesista de animales pasará a la historia por que gracias a su destreza hizo posible el primer trasplante de corazón humano (aprendió cirugía presenciando operaciones con animales).

En la Sudáfrica racista del apartheid, donde se establecían diferencias en el sistema jurídico en función del color de la piel (Naki era negro), fue Christian Barnard quien en 1967 recibió todos los honores por llevar a cabo el primer trasplante de un corazón humano, pero fue también Naki quien aquella noche hizo posible lo que durante siglos había supuesto un reto imposible para la medicina.

Fue él quien retiró del cuerpo de la dadora el corazón para ser transplantado en el pecho de Louis en 1967, en Ciudad del Cabo, en la primera operación de transplante cardíaco humano con buen resultado.

Pero siendo como era el segundo hombre más importante del equipo que hizo el primer transplante cardíaco de la historia, no podía aparecer porque era negro en el país del apartheid.

Mientras el cirujano-jefe del grupo, Christian Barnad, se transformó en una celebridad, Hamilton Naki no pudo salir ni siquiera en las fotografías del equipo. Cuando apareció en una, el hospital informó que era un empleado del servicio de limpieza.

Durante su vida dio clases a estudiantes blancos, ganando el salario de técnico de laboratorio, el Máximo que el hospital podía pagar a un negro, enseñando cirugía (durante 40 años). Pero se retiró con una pensión de jardinero, de 275 dólares al mes.

Con la abolición del apartheid, ganó una condecoración y un diploma de médico honoris causa.

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