miércoles, 23 de mayo de 2012

Silencio absoluto



En un pequeño templo perdido en la montaña, cuatro monjes hacían zazen.

Habían decidido hacer una sesshin en silencio absoluto. La primera noche, durante zazen, la vela se apagó, sumergiendo el dojo en una oscuridad profunda.

El monje más joven dijo a media voz:

–¡La vela acaba de apagarse!

El segundo respondió:

–¡No debes hablar, esta es una sesshin de silencio total!

El tercero añadió:

–¿Por qué habláis? ¡Debemos callarnos y estar silenciosos!

El cuarto, que era el responsable de la sesshin, concluyó:

–Sois todos estúpidos y perversos. ¡Yo he sido el único que no he hablado! ¡Mancha sobre el satori! ¡Soy el único que me he comportado bien!

No hay comentarios:

Publicar un comentario