miércoles, 31 de agosto de 2011

Nada es imposible



Es un pequeños ejemplo de los limites que nos imponemos a nosotros mismos, y de los limites que podemos superar. ¿De qué creo yo que no soy capaz de lograr en la vida? ¿Por qué lo logran otros?
¿Puedo llegar a lograrlo yo? ¿Qué necesito para ello? ¿Qué han necesitado otros?


martes, 30 de agosto de 2011

La cruz de cada día


Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando, "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". 

El señor, como siempre, acudió y le contestó, "Hijo mío, si no puedes llevar el peso de tu cruz, guárdala dentro de esa habitación. Después, abre esa otra puerta y escoge la cruz que tú quieras".
El joven suspiró aliviado. "Gracias, Señor" dijo, e hizo lo que le había dicho. Al entrar, vio muchas cruces, algunas tan grandes que no les podía ver la parte de arriba. 

Después, vio una pequeña cruz apoyada en un extremo de la pared.

"Señor", susurró, "quisiera esa que está allá". Y el Señor contestó, "Hijo mío, esa es la cruz que acabas de dejar".

lunes, 29 de agosto de 2011

La historia de Lucas




Lucas era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de buen humor y siempre tenia algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba como le iba, el respondía:

- "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Era un Gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Lucas era por su actitud. El era un motivador natural: Si un empleado tenía un mal día, Lucas estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.

Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Lucas y le pregunte:

No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo? ¿Cómo lo haces?.. 

 Lucas respondió:

"Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo, Lucas, tienes dos opciones hoy: 

Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor".

"Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello".

"Cada vez que alguien viene a mi para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida".

- Si, claro, pero no es tan fácil, proteste.

- "Si lo es", dijo Lucas. "Todo en la vida es acerca de elecciones.

Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección".

"Tu eliges como reaccionas ante cada situación, tu eliges como la gente afectará tu estado de ánimo, tu eliges estar de buen humor o mal humor". "En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".

Reflexioné en lo que Lucas me dijo...

Poco tiempo después, deje la industria restaurantera para iniciar mi propio negocio. 

Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Lucas, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.

Varios años más tarde, me enteré que Lucas hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejo la puerta de atrás abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Lucas fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una Clínica. 

Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Lucas fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo. Me encontré con Lucas seis meses después del accidente y cuando le pregunte como estaba, me respondió: 

- "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Le pregunté que paso por su mente en el momento del asalto. 

Contesto:

- Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. 

Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".

- No sentiste miedo?, le pregunte. 

Lucas continuó:- "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asuste. Podía  leer en sus ojos: Es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión. 

- ¿Que hiciste?, pregunte. - "Bueno, uno de los médicos me pregunto si era alérgico a algo y respirando profundo grite: Si, a las balas - Mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".

Lucas vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. 

Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo.


domingo, 28 de agosto de 2011

Un vaso de leche



Un día, un muchacho pobre que vendía mercancías de puerta en puerta para pagar su escuela, encontró que sólo le quedaba una simple moneda de diez centavos, y tenía hambre. Decidió que pediría comida en la próxima casa.

Sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora mujer joven le abrió la puerta. En lugar de comida pidió un vaso de agua. Ella pensó que él joven parecía hambriento así que le trajo un gran vaso de leche. Él lo bebió despacio, y entonces le preguntó, "¿Cuánto le debo? "No me debes nada," contestó Ella. "Mi madre siempre nos ha enseñado a nunca aceptar pago por una caridad". Él dijo ..... "Entonces, te lo agradezco de todo corazón."

Cuando Howard Kelly se fue de la casa, no sólo se sintió físicamente más fuerte, si no que también su fe en Dios y en los hombres era más fuerte. Él había estado listo rendirse y dejar todo.

Años después esa jóven mujer enfermó gravemente.

Los doctores locales estaban confundidos. Finalmente la enviaron a la gran ciudad, donde llamaron a especialistas para estudiar su rara enfermedad. Se llamó al Dr. Howard Kelly para consultarle. Cuando oyó el nombre del pueblo de donde ella vino, una extraña luz llenó sus ojos. Inmediatamente subió del vestíbulo del hospital a su cuarto. Vestido con su bata de doctor entró a verla. La reconoció en seguida. Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo mejor para salvar su vida.

Desde ese día prestó atención especial al caso. Después de una larga lucha, ganó la batalla. El Dr. Kelly pidió a la oficina de administración del hospital que le enviaran la factura total de los gastos para aprobarla. Él la reviso y entonces escribió algo en el borde y le envió la factura al cuarto de la paciente. Ella temía abrirla, porque sabia que le tomaría el resto de su vida para pagar todos los gastos. Finalmente la abrió, y algo llamo su atención en el borde de la factura.

Leyó estas palabras..... "Pagado por completo hace muchos años con un vaso de leche - (firmado) Dr. Howard Kelly".

Lágrimas de alegría inundaron sus ojos y su feliz corazón oró así:"Gracias, Dios por que Tu amor se ha manifestado en las manos y los corazones humanos."


sábado, 27 de agosto de 2011

¿Donde está la felicidad?



En cierta ocasión se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y a la mujer; planearon hacerlo a su imagen y semejanza, entonces uno de ellos dijo: 

"Esperen, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza ,van a tener un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra. Debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de no ser así, estaríamos creando nuevos dioses. Debemos quitarles algo, pero, ¿Qué les quitamos?" 

Después de mucho pensar uno de ellos dijo: "Ah!! ya sé!. Vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la encuentren jamas"

"Vamos a esconderla en la cima del monte mas alto del mundo"; propuso el primero, a lo que inmediatamente respondió otro: "no, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien subirá, y la encontrará; y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está".

Otro dijo: "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron: "No, recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien construirá una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la descubrirán, y entonces todos tendrán felicidad y serán iguales a Nosotros ".

El último de ellos, era un Dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses, analizó en silencio cada una de ellas y entonces rompió el silencio y dijo: "Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren"; todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono: "¿Dónde? ". 

"La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán".Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo...


viernes, 26 de agosto de 2011

Cómo bailar bajo la lluvia


Era una mañana agitada, eran las 8:30… cuando un señor mayor, de unos 80 años, llegó al hospital para que le sacaran los puntos de un pulgar, de un corte que se hizo unos dias atras. El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am.

Comprobé sus señales vitales y le pedí que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora antes de que alguien pudiera atenderlo. Lo vi mirando su reloj y decidí, ya que no estaba ocupada con otro paciente, podría examinar su herida. Durante el examen, comprobé que estaba perfectamente curado, entonces le pedí a uno de los doctores algunos elementos para quitarle las suturas y curar su herida.

Mientras le realizaba las curas, le pregunté si tenía una cita con otro médico esa mañana ya que lo veía tan apurado. 

El señor me dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa como todos los dias. Le pregunté entonces por la salud de ella.

Él me respondió que ella hacía tiempo que estaba allí, que padecía de Alzheimer. 

Le pregunté si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde.

Me respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella ya no podía reconocerlo. 

Me sorprendió, y entonces le pregunté, '¿Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quién es usted?' 


Él sonrió…, me acarició la mano… y me contestó:

'Ella no sabe quien soy,  pero yo aún sé quién es ella.' 

Se me erizó la piel, y tuve que contener las lágrimas mientras él se iba, y pensé:

'Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida.'


jueves, 25 de agosto de 2011

El bigote del tigre



Una mujer joven llamada Yun Ok fue un día a la casa de un ermitaño de la montaña en busca de ayuda. El ermitaño era un sabio de gran renombre, hacedor de ensalmos y pociones mágicas.
Cuando Yun Ok entró en su casa, el ermitaño, sin levantar los ojos de la chimenea que estaba mirando dijo:

- ¿Por qué viniste?

Yun Ok respondió:

- Oh, Sabio Famoso, ¡estoy desesperada! ¡Hazme una poción!

- Sí, sí, ¡hazme una poción! ¡Todos necesitan pociones! ¿Podemos curar un mundo enfermo con una poción ?

- Maestro -insistió Yun Ok-, si no me ayudas, estaré verdaderamente perdida.

- Bueno, ¿cuál es tu problema? -dijo el ermitaño, resignado por fin a escucharla.

- Se trata de mi marido -comenzó Yun Ok-. Tengo un gran amor por él. Durante los últimos tres años ha estado peleando en la guerra. Ahora que ha vuelto, casi no me habla, a mí ni a nadie. Si yo hablo, no parece oír. Cuando habla, lo hace con aspereza. Si le sirvo comida que no le gusta, le da un manotazo y se va enojado de la habitación. A veces, cuando debería estar trabajando en el campo de arroz, lo veo sentado ociosamente en la cima de la montaña, mirando hacia el mar.

- Si, así ocurre a veces cuando los jóvenes vuelven a su casa después de la guerra -dijo el ermitaño-, prosigue.

- No hay nada más que decir, Ilustrado. Quiero una poción para darle a mi marido, así se vuelve cariñoso y amable, como era antes.

- !Ja! Tan simple, ¿no? -replicó el ermitaño-. ¡Una poción! Muy bien, vuelve en tres días y te diré qué nos hará falta para esa poción.

Tres días más tarde, Yun Ok volvió a la casa del sabio de la montaña.

- Lo he pensado -le dijo-. Puedo hacer tu poción. Pero el ingrediente principal es el bigote de un tigre vivo. Tráeme su bigote y te daré lo que necesitas.

- ¡El bigote de un tigre vivo! -exclamó Yun Ok-. ¿Cómo haré para conseguirlo?

- Si esa poción es tan importante, obtendrás éxito -dijo el ermitaño. Y apartó la cabeza, sin más deseos de hablar.

Yun Ok se marchó a su casa. Pensó mucho en cómo conseguiría el bigote del tigre. Hasta que una noche, cuando su marido estaba dormido, salió de su casa con un bol de arroz y salsa de carne en la mano. Fue al lugar de la montaña donde sabía que vivía el tigre. Manteniéndose alejada de su cueva, extendió el bol de comida, llamando al tigre para que viniera a comer.

El tigre no vino.

A la noche siguiente, Yun Ok volvió a la montaña, esta vez un poco más cerca de la cueva. De nuevo ofreció al tigre un bol de comida. Todas las noches Yun Ok fue a la montaña, acercándose cada vez más a la cueva, unos pasos más que la noche anterior. Poco a poco, el tigre se acostumbró a verla allí.

Una noche, Yun Ok se acercó a pocos pasos de la cueva del tigre. Esta vez el animal dio unos pasos hacia ella y se detuvo. Los dos quedaron mirándose bajo la luna. Lo mismo ocurrió a la noche siguiente, y esta vez estaban tan cerca que Yun Ok pudo hablar al tigre con una voz suave y tranquilizadora.

La noche siguiente, después de mirar con cuidado los ojos de Yun Ok, el tigre comió los alimentos que ella le ofrecía. Después de eso, cuando Yun Ok iba por las noches, encontraba al tigre esperándola en el camino.

Cuando el tigre había comido, Yun Ok podía acariciarle suavemente la cabeza con su mano. Casi seis meses habían pasado desde la noche de su primera visita. Al final, una noche, después de acariciar la cabeza del animal, Yun Ok dijo:

- "Oh, Tigre, animal generoso, es preciso que tenga uno de tus bigotes. ¡No te enojes conmigo!" Y le arrancó uno de los bigotes.

El tigre no se enojó, como ella temía. Yun Ok bajó por el camino, no caminando sino corriendo, con el bigote aferrado fuertemente en la mano.

A la mañana siguiente, cuando el sol asomaba desde el mar, ya estaba en la casa del ermitaño de la montaña.

- ¡Oh, Famoso! -gritó-. ¡Lo tengo! ¡Tengo el bigote del tigre! Ahora puedes hacer la poción que me prometiste para que mi marido vuelva a ser cariñoso y amable.

El ermitaño tomó el bigote y lo examinó. Satisfecho, pues realmente era de tigre, se inclinó hacia adelante y lo dejó caer en el fuego que ardía en su chimenea.

- ¡Oh señor! -gritó la joven mujer, angustiada- ¡Qué hiciste con el bigote!

- Dime como lo conseguiste -dijo el ermitaño.

- Bueno, fui a la montaña todas las noches con un bol de comida. Al principio me mantuve lejos, y me fui acercando poco cada vez, ganando la confianza del tigre. Le hablé con voz cariñosa y tranquilizadora para hacerle entender que sólo deseaba su bien.
Fui paciente. Todas las noches le llevaba comida, sabiendo que no comería. Pero no cedí. Fui una y otra vez.
Nunca le hablé con aspereza. Nunca le hice reproches. Y por fin, una noche dio unos pasos hacia mí.
Llegó un momento en que me esperaba en el camino y comía del bol que yo llevaba en las manos. Le acariciaba la cabeza y él hacía sonidos de alegría con la garganta.
Sólo después de eso le saqué el bigote.

- Sí, sí -dijo el ermitaño-, domaste al tigre y te ganaste su confianza y su amor.

- Pero tú arrojaste el bigote al fuego -exclamó Yun Ok llorando-. ¡Todo fue para nada!
- No, no me parece que todo haya sido para nada -repuso el ermitaño-.
Ya no hace falta el bigote. Yun Ok, déjame que te pregunte algo:
¿es acaso un hombre más cruel que un tigre? ¿Responde menos al cariño y la comprensión?

Si puedes ganar con cariño y paciencia el amor y la confianza de un animal salvaje y sediento de sangre, sin duda puedes hacer lo mismo con tu marido.

Al oír esto, Yun Ok permaneció muda unos momentos. Luego avanzó por el camino reflexionando sobre la verdad que había aprendido en casa del ermitaño de la montaña.


miércoles, 24 de agosto de 2011

¿Empoatía?




Una canadiense Pacifistaescribió a las autoridades de su país quejándose del trato que se da a los terroristas detenidos en Afganistán.

Le contesta el Ministro de Defensa:
Estimada Ciudadana Comprometida:
Gracias por su carta en la que expresa la preocupación por el trato que damos a los terroristas talibanes y de Al Qaeda en manos de las Fuerzas Armadas Canadienses.
En atención a las quejas que recibimos de ciudadanos comprometidos como usted, hemos creado un nuevo Programa de Pacifismo e Integración para los terroristas.
De acuerdo con ese Programa, hemos decidido seleccionar un terrorista y colocarlo bajo la dependencia de la familia de usted.
El próximo lunes tendrá usted en su casa a Alí Mohamed Amé Ben Mahmud ( puede llamarlo simplemente Amé ).
Espero que puedan tratarlo amablemente tal como exige usted en su carta de protesta. Lo más probable es que necesite usted contratar a algunos ayudantes para esa misión.
Cada semana nuestro Departamento le va a hacer una Visita de Inspección para comprobar que se tienen en cuenta los principios de buen trato que exige usted en su carta.
Debo advertirle que Amé es un Psicópata extremadamente violento, pero confiamos en que, con la sensibilidad que usted manifiesta en su carta, logrará superar ese inconveniente.

Insistimos en que su huésped resulta extremadamente eficiente en el combate cuerpo a cuerpo y que puede matar con un lápiz o un cortaúñas. Además, Amé es experto en fabricar artefactos explosivos con productos caseros; así que tenga bien guardados esos productos a menos que en su opinión esa decisión pueda ofender la sensibilidad de Amé.

El terrorista no querrá relacionarse con usted o con sus hijas (excepto sexualmente) puesto que él considera a las mujeres como meros objetos. Ese es un aspecto muy sensible, puesto que se le han observado tendencias violentas respecto a las mujeres que no cumplen con el atuendo islamista, así pues, confío en que a usted no le moleste llevar el burka permanentemente; de ese modo contribuirá Usted a respetar la cultura y las creencias que manifiesta en su carta.
Gracias otra vez por su preocupación, estamos reconociendo a las personas como usted e informaremos a nuestros conciudadanos de su cooperación.
Buena suerte y que Dios le bendiga.

Atentamente

Gordon O’Connor.
Ministro de Defensa.

Nota:
Aunque parezca mentira, la carta es totalmente cierta y fue publicada en todos los periódicos canadienses. No se volvio a escuchar nada de la Sra.. pacifista.

martes, 23 de agosto de 2011

El árbol que da manzanas



Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope y el le daba sombra. El amaba al árbol y el árbol amaba al niño. 

Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol. 

Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste:

"¿Vienes a jugar conmigo?" pero el muchacho contestó "Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos". 

"Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... Te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas. De esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes". 

El muchacho se sintió muy feliz. 

Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz.

Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste. 

Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó: 

"¿Vienes a jugar conmigo?" 

"No tengo tiempo para jugar. Debo de trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos.  ¿Puedes ayudarme?

" Lo siento, pero no tengo una casa, pero...tú puedes cortar mis ramas y construir tu casa". El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. "Vienes a jugar conmigo?" le preguntó el árbol. 

El hombre contestó:  "Estoy triste y volviéndome viejo.

Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?". El árbol contestó: "Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz". El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: 

"Lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte ni siquiera manzanas". 

El hombre replicó:  "No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar... Por ahora ya estoy viejo". 

Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo, "Realmente no puedo darte nada.... la única cosa que me queda son mis raíces muertas". 

Y el hombre contestó: "Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar. Estoy tan cansado después de tantos años". 

"Bueno, las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar.

Ven siéntate conmigo y descansa". El hombre se sentó junto al árbol y éste, feliz y contento sonrió, con lágrimas.


lunes, 22 de agosto de 2011

La mariposa



Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a casa para poder ver a la mariposa cuando saliera del capullo.

Un día vio que había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por abrirlo mas grande y poder salir.
El hombre vio que la mariposa forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento.

Parecía que se había atascado. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del agujero para hacerlo más grande y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo, al salir la mariposa tenía un cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.
El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba.

Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Nunca pudo llegar a volar.
Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar.

La libertad y el volar solamente podían llegar luego de la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha, también le fué privada su salud.
Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si la naturaleza nos permitiese progresar por nuestras vidas sin obstáculos, nos convertiría en invalidos. No podríamos crecer y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido.

Cuánta verdad hay en esto! Cuántas veces hemos querido tomar el camino corto para salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para poder ser libres.

Nunca recibimos más de lo que podemos soportar y que a través de nuestros esfuerzos y caídas, somos fortalecidos así como el oro es refinado con el fuego.

domingo, 21 de agosto de 2011

Placido Domingo y José Carreras



Una historia que quizás pocos conocen … se refiere a dos de los tres tenores – Luciano Pavarotti, Plàcido Domingo y José Carreras que emocionaron al mundo cantando juntos.


Aun los que nunca visitaron España, conocen la rivalidad existente entre los catalanes y los madrileños, ya que los catalanes luchan por su autonomía en una España dominada por Madrid.


Pues bien, Plàcido Domingo es madrileño y José Carreras es catalán. Por cuestiones políticas, en 1984, Carreras y Domingo se volvieron enemigos.


Siempre muy solicitados en todas partes del mundo, ambos hacían constar en sus contratos que solo se presentarían en determinado espectáculo si el adversario no fuese invitado.


En 1987, a Carreras le apareció un enemigo mucho mas implacable que su rival Placido Domingo. Lo sorprendido un diagnostico terrible: leucemia!!


Su lucha contra el cáncer fue muy sufrida. Se sometió a varios tratamientos además del auto-transplante de la medula ósea, el cambio de sangre que lo obligaba a viajar una vez por mes a Estados Unidos. En estas condiciones no podía trabajar y a pesar de ser dueño de una razonable fortuna, los altos costos de los viajes y del tratamiento debilitaron sus finanzas.


Cuando no tuvo màs condiciones financieras, tomò conocimiento de la existencia de una fundación en Madrid, cuya finalidad única era apoyar el tratamiento de leucémicos.


Gracias al apoyo de la fundación “Hermosa”, Carreras venció la dolencia y volvió a cantar. Recibió nuevamente los altos caches que merecía, y trato de asociarse a la fundación.


Al leer sus estatutos, descubrió que el fundador , mayor colaborador y Presidente de la Fundación, era Plàcido Domingo.


Luego supo que èste había creado la entidad, en principio, para atenderlo y que se había mantenido en el anonimato para que no se sintiera humillado por aceptar auxilio de su “enemigo”. De lo mas conmovedor fue el encuentro de los dos…


Sorprendiendo a Plàcido en una de sus presentaciones en Madrid, Carreras interrumpió el evento y humildemente, arrodillándose a sus pies, le pidió disculpas y le agradeció públicamente. Plàcido lo ayudo a levantarse y con un fuerte abrazo sellaron el inicio de una gran amistad.


En una entrevista a Plàcido Domingo, la periodista le preguntaba por què había creado la Fundación “Hermosa” en un momento en que, además de beneficiar a un “enemigo”, había ayudado al único artista que podría hacerle competencia. Su respuesta fue corta y definitiva:


- “PORQUE NO SE PUEDE PERDER UNA VOZ COMO ESA…”


“Esta es una historia real de la nobleza humana y debería servirnos de inspiración y ejemplo”…



El cirujano clandestino


Hamilton Naki que fue jardinero en la Universidad de Ciudad del Cabo, limpió las jaulas del Departamento Médico y trabajó como anestesista de animales pasará a la historia por que gracias a su destreza hizo posible el primer trasplante de corazón humano (aprendió cirugía presenciando operaciones con animales).

En la Sudáfrica racista del apartheid, donde se establecían diferencias en el sistema jurídico en función del color de la piel (Naki era negro), fue Christian Barnard quien en 1967 recibió todos los honores por llevar a cabo el primer trasplante de un corazón humano, pero fue también Naki quien aquella noche hizo posible lo que durante siglos había supuesto un reto imposible para la medicina.

Fue él quien retiró del cuerpo de la dadora el corazón para ser transplantado en el pecho de Louis en 1967, en Ciudad del Cabo, en la primera operación de transplante cardíaco humano con buen resultado.

Pero siendo como era el segundo hombre más importante del equipo que hizo el primer transplante cardíaco de la historia, no podía aparecer porque era negro en el país del apartheid.

Mientras el cirujano-jefe del grupo, Christian Barnad, se transformó en una celebridad, Hamilton Naki no pudo salir ni siquiera en las fotografías del equipo. Cuando apareció en una, el hospital informó que era un empleado del servicio de limpieza.

Durante su vida dio clases a estudiantes blancos, ganando el salario de técnico de laboratorio, el Máximo que el hospital podía pagar a un negro, enseñando cirugía (durante 40 años). Pero se retiró con una pensión de jardinero, de 275 dólares al mes.

Con la abolición del apartheid, ganó una condecoración y un diploma de médico honoris causa.

sábado, 20 de agosto de 2011

El Saco de Plumas




Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado.

Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:

“Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?”,
a lo que el hombre respondió: “Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas”.

El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día las había soltado todas.

Volvió donde el sabio y le dijo: “Ya he terminado”,

a lo que el sabio contestó: “Esa es la parte más fácil.
Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste.
Sal a la calle y búscalas”.

El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna.

Al volver, el hombre sabio le dijo:
“Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste”.

“Cometer errores es de humanos y de sabios pedir perdón”

viernes, 19 de agosto de 2011

El amor y el tiempo.




Hubo un tiempo en el que en una isla muy pequeña, confundida con el paraíso, habitaban los sentimientos como habitamos hoy en la tierra. En esta isla vivían en armonía el Amor, la tristeza, y todos los otros sentimientos. Un día en uno de esos que la naturaleza parece estar de malas, el amor se despertó aterrorizado sintiendo que su isla estaba siendo inundada.

Pero se olvidó rápido del miedo y cuidó de que todos los sentimientos se salvaran. Todos corrieron y tomaron sus barcos y corrieron, y subieron a una montaña bien alta, donde podrían ver la isla siendo inundada pero sin que corriesen peligro.

Sólo el amor no se apresuró, el amor nunca se apresura. Él quería quedarse un poquito más en su isla, pero cuando se estaba casi ahogando el amor se acordó de que no debía morir. Entonces corrió en dirección a los barcos que partieron y gritó en busca de auxilio.

La Riqueza, oyendo su grito, trató luego de responder que no podría llevarlo ya que con el oro y con la plata que cargaba temía que su barco se hundiera.

Pasó entonces la Vanidad que también dijo que no podría ayudarlo, una vez que el amor se hubiese ensuciado ayudando a los otros, ella, la Vanidad, no soportaba la suciedad.

Por detrás de la Vanidad venía la Tristeza que se sentía tan profunda que no quería estar acompañada por nadie. 

Paso también la Alegría, pero esta tan alegre estaba que no oyó la suplica del amor.
Sin esperanza el Amor se sentó sobre la última piedra que todavía se veía sobre la superficie del agua y comenzó a menguar.

Su llanto fue tan triste que llamó la atención de un anciano que pasaba con su barco. El viejito tomó al Amor en sus brazos y lo llevó hacia la montaña más alta, junto con los otros sentimientos.

Recuperándose, el amor le preguntó a la Sabiduría quién era el viejito que lo ayudo... a lo que ésta respondió..... "El Tiempo"..... el Amor cuestionó: ..."¿Por qué solo el Tiempo pudo traerme aquí?".... La Sabiduría entonces respondió:

"Por que sólo el Tiempo tiene la capacidad de ayudar al Amor a llegar a los lugares más difíciles"...



jueves, 18 de agosto de 2011

El dr. Fleming



Su nombre era Fleming, y era un granjero escoces pobre. Un día, mientras intentaba ganarse la vida para su familia, oyó un lamento pidiendo ayuda que provenía de un pantano cercano. Dejó caer sus herramientas y corrió al pantano.

Allí, entró hasta la cintura en el estiércol húmedo negro. Se trataba de un muchacho aterrado, gritando y esforzándose por liberarse. El granjero Fleming salvó al muchacho de lo que podría ser una lenta y espantosa muerte.

Al día siguiente, llegó un carruaje elegante a la granja. Un noble elegantemente vestido salió y se presentó como el padre del muchacho que el granjero Fleming habia ayudado.

"Yo quiero recompensarlo", dijo el noble. "Usted salvó la vida de mi hijo."

"No, yo no puedo aceptar un pago por lo que hice," el granjero escocés contestó. En ese momento, el hijo del granjero vino a la puerta de la cabaña de la familia.

"Es su hijo?" el noble preguntó.

"Sí," el granjero contestó orgullosamente. "Le propongo un trato. Permítame proporcionarle a su hijo el mismo nivel de educación que mi hijo disfrutará. Si el muchacho se parece a su padre, no dudo que crecerá hasta convertirse en el hombre del que nosotros dos estaremos orgullosos". Y el granjero aceptó.

El hijo del granjero Fleming asistió a las mejores escuelas y al tiempo, se graduó en la Escuela Medica del St. Mary's Hospital en Londres, y siguió hasta darse a conocer en el mundo como el renombrado Dr. Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina.

Años después, el hijo del mismo noble que fue salvado del pantano estaba enfermo de pulmonía. ¿Qué salvó su vida esta vez? La penicilina.

¿El nombre del noble? Sir Randolph Churchill.¿El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill


miércoles, 17 de agosto de 2011

La raíz





Cerca de un arroyo de aguas frescas, había un pequeño bosque.
Los árboles eran muy variados. Todos gastaban las energías en ser más altos y grandes, con muchas flores y perfumes, pero quedaban débiles y tenían poca fuerza para echar raíz.

En cambio un laurel dijo:

"Yo, mejor, voy a invertir mi savia en tener una buena raíz: así creceré y podré dar a mis hojas a todos los que me necesiten".

Los otros árboles estaban muy orgullosos de ser bellos; ¡en ningún lado había tantos colores y perfumes! Y no dejaban de admirarse y de hablar de los encantos de unos y otros, y así, todo el tiempo, mirándose y riéndose de los demás.

El laurel sufría a cada instante esas burlas. Se reían de él, señoreando sus flores y perfumes, meneando el abundante follaje.

- "¡Laurel !...(le decían) ¿para qué quieres tanta raíz? Mira, a nosotros todos nos alaban porque tenemos poca raíz y mucha belleza. ¡Deja de pensar en los demás! ¡Preocúpate sólo de ti!"

Pero el laurel estaba convencido de lo contrario; deseaba amar a los demás y por eso tenía raíces fuertes.

Un buen día, vino una gran tormenta, y sacudió, sopló y resopló sobre el bosque. Los árboles más grandes, que tenían un ramaje inmenso, se vieron tan fuertemente golpeados, que por más que gritaban no pudieron evitar que el viento los volteara.

En cambio el pequeño laurel, como tenía pocas ramas y mucha raíz, apenas si perdió unas cuantas hojas.

Entonces todos comprendieron que lo que nos mantiene firmes en los momentos difíciles, no son las apariencias, sino lo que está oculto en las raíces, dentro de tu corazón... allí... en tu alma...


martes, 16 de agosto de 2011

El error perfecto



Mi abuelo amaba la vida - especialmente cuando podía hacerle una broma a alguien. Hasta que un frío domingo en Chicago, mi abuelo pensó que Dios le había jugado una broma.

Entonces no le causó mucha gracia. Él era carpintero. Ese día
particularmente él había estado en la Iglesia haciendo unos baúles de madera para la ropa y otros artículos que enviarían a un orfelinato a China.

Cuando regresaba a su casa, metió la mano al bolsillo de su camisa para
sacar sus lentes, pero no estaban ahí. Él estaba seguro de haberlos puesto ahí esa mañana, así que se regresó a la Iglesia. Los buscó, pero no los encontró.

Entonces se dio cuenta de que los lentes se habían caído del bolsillo de su
camisa, sin él darse cuenta, mientras trabajaba en los baúles que ya había cerrado y empacado. ¡Sus nuevos lentes iban camino a China!. La Gran Depresión estaba en su apogeo y mi abuelo tenia 6 hijos.

Él había gastado 20 dólares en esos lentes. "No es justo" le dijo a Dios
mientras manejaba frustrado de regreso a su casa. "Yo he hecho una obra buena donando mi tiempo y dinero y ahora esto". 

Varios meses después, el Director del orfelinato estaba de visita en Estados Unidos. Quería visitar todas las Iglesias que lo habían ayudado cuando estaba en China, así que llegó un domingo en la noche a la pequeña Iglesia a donde asistía mi abuelo en Chicago. Mi abuelo y su familia estaban sentados entre los fieles, como de costumbre.
El misionero empezó por agradecer a la gente por su bondad al apoyar al orfelinato con sus donaciones. "Pero más que nada", dijo:

Debo agradecerles por los lentes que mandaron. Verán, los comunistas habían 
entrado al orfelinato, destruyendo todo lo que teníamos, incluyendo mis lentes. ¡Estaba desesperado! Aún y cuando tuviera el dinero para comprar otros, no había donde. Además de no poder ver bien, todos los días tenia fuertes dolores de cabeza, así que mis compañeros y yo estuvimos pidiendo mucho a Dios por esto. Entonces llegaron sus donaciones.Cuando mis compañeros sacaron todo, encontraron unos lentes encima de una de las cajas". 

El misionero hizo una larga pausa, como permitiendo que todos digirieran sus palabras. Luego, aún maravillado, continuó: "Amigos, cuando me puse los lentes, eran como si los hubieran mandado hacer justo para mí!, ¡Quiero agradecerles por ser parte de esto!". Toda las personas escucharon, y estaban contentos por los lentes milagrosos. Pero el misionero debió haberse confundido de Iglesia, pensaron. No había ningunos lentes en la lista de productos que habían enviado a China. Pero sentado atrás en silencio, con lágrimas en sus ojos, un carpintero ordinario se daba cuenta de que el Carpintero Maestro lo había utilizado de una manera extraordinaria.


lunes, 15 de agosto de 2011

La ratonera



Un ratón mirando por un agujero de la pared ve al paje y a su mujer abriendo un paquete. Rápidamente pensó: "¿Qué tipo de comida podrá haber allí?"

Quedó aterrorizado, cuando descubrió que era una ratonera. Fue al patio de la casa a advertir a todos: "¡Hay una ratonera en la casa,... una ratoneraaa!" 

La gallina que estaba buscando sus lombrices en la tierra , cacareó y le dijo: "Discúlpeme Sr. Ratón; entiendo que sea un gran problema para usted, pero a mí no me perjudica en nada, ni me molesta!"

El ratón se llegó hasta el cordero y le dijo: "¡Hay una ratonera en la casa!"

"¡Discúlpeme, Sr. Ratón, pero no veo nada que pueda hacer, a no ser orar. ¡Quédese tranquilo, usted está en mis oraciones!" 

El ratón se fue hasta donde estaba la vaca, y ella le dijo:-"¿Qué me dice Sr. Ratón, una ratonera? ¿Estoy en peligro por casualidad?" Creo que no...

Entonces el ratón se volvió a la casa, cabizbajo y abatido, para encarar sólo la ratonera del paje.

Aquella misma noche se escuchó un ruido, como el de una ratonera agarrando a su víctima. La mujer del estanciero corrió a ver qué había en la ratonera. Pero, en la oscuridad, no vio que la trampa había agarrado la cola de una víbora venenosa. La víbora la mordió.

El paje la llevó corriendo al hospital. La mujer volvió con fiebre. Todo el mundo sabe que para alimentar a alguien que tiene fiebre, nada mejor que un buen caldo de gallina. El hombre entonces tomó un cuchillo y fue a buscar el principal ingrediente: la gallina. Como la enfermedad de la mujer continuaba, amigos y vecinos vinieron a verla. Para alimentarlos, hubo que matar al cordero. Pero la mujer no resistió, y acabó falleciendo.

Muchas personas vinieron al funeral. El pobre hombre, muy triste y agradecido por la solidaridad, resolvió matar a la vaca para darle de comer a todos. La próxima vez que oigas decir que alguien está delante de un problema, recuerda que cuando hay una ratonera en la casa... ¡toda la granja corre peligro!¿Se dieron cuenta quién se salvó?


domingo, 14 de agosto de 2011

El cargador de agua



Un cargador de agua tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo que él llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón.

Cuando llegaba, la vasija rota sólo contenía la mitad del agua.

Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines a los cuales fue creada.

Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable, porque sólo podía hacer la mitad de lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: 

"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo. Porque debido a mis grietas, sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías
recibir".

El aguador, apesadumbrado, le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino."

Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a todo lo largo. Pero de todos modos se sintió apenada porque, al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces: "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días 
las has regado. Por dos años yo he podido recoger éstas flores para decorar el altar de mi Maestro

Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza".