martes, 30 de noviembre de 2010

Aprender a Aprender




Según una vieja leyenda, un famoso guerrero, va de visita a la casa de un maestro Zen. Al llegar se presenta a éste, contándole de todos los títulos y aprendizajes que ha obtenido en años de sacrificados y largos estudios.
Después de tan sesuda presentación, le explica que ha venido a verlo para que le enseñe los secretos del conocimiento Zen.
Por toda respuesta el maestro se limita a invitarlo a sentarse y ofrecerle una taza de té.
Aparentemente distraído, sin dar muestras de mayor preocupación, el maestro vierte té en la taza del guerrero, y continúa vertiendo té aún después de que la taza está llena.
Consternado, el guerrero le advierte al maestro que la taza ya está llena, y que el té se escurre por la mesa.
El maestro le responde con tranquilidad “Exactamente señor. Usted ya viene con la taza llena, ¿cómo podría usted aprender algo?
Ante la expresión incrédula del guerrero el maestro enfatizó: “A menos que su taza esté vacía, no podrá aprender nada”

lunes, 29 de noviembre de 2010

Todo no se puede



Un grupo de personas se preparaba para ascender a la cumbre de Mont Blanc en los Alpes franceses. La noche anterior a la ascensión, un guía francés explicó cuál era el principal pre-requisito para el éxito. 

Dijo: «Para llegar a la cima, deben portar solamente el equipo necesario para la ascensión. Deben dejar atrás todos los accesorios innecesarios. Ascender es difícil».

Un joven inglés no estuvo de acuerdo y a la mañana siguiente apareció con una manta de colores brillantes bastante pesada, grandes trozos de queso, una botella de vino, un par de cámaras con varias lentes colgando de su cuello y unas barras de chocolate. El guía le dijo: «Nunca llegará con todo eso. Debe llevar lo absolutamente necesario para ascender».

Pero voluntarioso como era, el inglés decidió ascender por su propia cuenta, para demostrar al grupo que podía hacerlo. El grupo siguió su marcha bajo la dirección del guía, cada uno llevando sólo lo absolutamente necesario. En el camino hacia la cima de Mont Blanc comenzaron a encontrar cosas que habían sido abandonadas. 

Primero, encontraron una manta de colores brillantes, luego algunos trozos de queso, una botella de vino, equipo fotográfico y barras de chocolate. Cuando por fin llegaron a la cima el inglés ya estaba allí.

Sabiamente había dejado todo lo innecesario a lo largo del camino.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Consecuentes con el objetivo



El guardián de un faro que trabajaba en una sección rocosa de la costa, recibía su nuevo suministro de petróleo una vez al mes para mantener la luz encendida. Como no estaba muy lejos de la orilla, tenía frecuentes visitas. Una noche, una mujer de la aldea le rogó que lediera un poco de petróleo para mantener el calor en su hogar. En otra ocasión, un padre le pidió un poco para su lámpara. Otro necesitaba un poco de petróleo para lubricar una rueda.

Como todas las peticiones le parecían legítimas, el guardián del faro trató de agradar a todos y les concedió lo que pedían. Al final del mes notó que le quedaba muy poco petróleo. Pronto, éste se terminó y el faro se apagó. 

Esa noche varios barcos chocaron contra las rocas y se perdieron muchas vidas. Cuando las autoridades investigaron, el hombre estaba muy arrepentido. Ante sus excusas y lamentaciones, la respuesta de ellos
fue: «Le hemos dado petróleo solamente con un propósito: ¡mantener el faro prendido!»

sábado, 27 de noviembre de 2010

Primero es lo primero



A una joven concertista de violín le preguntaron cuál era el secreto de su éxito. 

Ella respondió: «Descuido planeado». Luego explicó: 

Cuando estaba en la escuela había muchas cosas que demandaban mi tiempo. Cuando iba a mi cuarto después del desayuno, tendía mi cama, arreglaba la habitación, barría y hacía cualquier cosa que me llamara la atención. Después corría a mi práctica de violín. Me di cuenta que no estaba progresando como pensaba que debería. Así que cambié el orden de las cosas. Hasta que terminaba mi tiempo de práctica, deliberadamente descuidaba todo lo demás. 

Creo que mi éxito se debe a ese programa de descuido planeado»

viernes, 26 de noviembre de 2010

Usando la inteligencia



Le dijeron a un hombre que si trabajaba lo más duro posible podría llegar a ser rico. 

El trabajo más duro que sabía hacer era cavar hoyos, así que se puso a cavar hoyos enormes en el patio de su casa. 

No se hizo rico; lo único que ganó fue un dolor de espalda. 

Trabajó duro, pero trabajó sin prioridades.

Moraleja:

NO IMPORTA CUÁN DURO TRABAJA, 

SINO CUÁN INTELIGENTEMENTE TRABAJA.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Dos formas diferentes de ver la vida



Mi mujer y yo estábamos sentados a la mesa en la reunión de mis excompañer@s de universidad. Yo contemplaba a una mujer sentada en una mesa vecina, totalmente borracha que se mecía con su bebida en la mano. Mi mujer me preguntó: – ¿La conoces? – Sí -suspiré-, es mi ex-novia. Supe que se dio a la bebida cuando nos separamos hace algunos años y me dijeron que nunca más estuvo sobria. – ¡Dios mío! – exclamó mi mujer ¡Quién diría que una persona puede celebrar algo durante tanto tiempo! 

Moraleja : 
Siempre hay dos maneras de ver las cosas … 

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El hombre y la hormiga



Se fue a pique un día un navío con todo y sus pasajeros, y un hombre, testigo del naufragio, decía que no eran correctas las decisiones de los dioses, puesto que, por castigar a un solo impío, habían condenado también a muchos otros inocentes. 

Mientras seguía su discurso, sentado en un sitio plagado de hormigas, una de ellas lo mordió, y entonces, para vengarse, las aplastó a todas. 

Se le apareció al momento Hermes, y golpeándole con su caduceo, le dijo: 

-Aceptarás ahora que nosotros juzgamos a los hombres del mismo modo que tu juzgas a las hormigas. 


Moraleja : 
Antes de juzgar el actuar ajeno, juzga primero el tuyo. 

martes, 23 de noviembre de 2010

El caballo y el cerdito



Un rico hacendado coleccionaba caballos y sólo le faltaba uno de determinada raza. 

Un día se dio cuenta que su vecino tenía éste determinado caballo, así que trató día tras día de convencerlo de que se lo vendiera hasta que por fin lo consiguió. 

Un mes después que hiciera la compra el caballo enfermó y llamó al veterinario quien le dijo “su caballo tiene un virus y es necesario que tome este medicamento por tres días consecutivos, luego de ese tiempo veremos si ha mejorado, si no lo ha hecho entonces no queda mas remedio que sacrificarlo”. Un cerdito escuchaba la conversación. 

Al día siguiente después que el veterinario le dio el medicamento al caballo y se fue, el cerdito se acercó a el y le dijo “¡fuerza amigo! ¡levántate de ahí sino vas a ser sacrificado!”. 

Al otro día luego que el veterinario le dio el medicamento al caballo y se fue, el cerdito nuevamente se acercó a éste y le dijo “¡vamos mi gran amigo! ¡levántate sino vas a morir!, ¡vamos, anímate, yo te ayudo!”. 

Al tercer día el caballo recibió su medicamento y el veterinario al no ver gran mejoría en él le dijo al hacendado “probablemente vamos a tener que sacrificarlo mañana porque puede contagiarle el virus a los demás caballos”. 

Cuando los dos hombres se fueron el cerdito se acercó al caballo y le dijo “¡vamos amigo es ahora ó nunca! ya no queda más tiempo ¡ánimo! ¡fuerza! yo te ayudo… vamos…uno, dos, tres…despacio…ya casi…eso es…eso es… ahora corre despacio… mas rápido… fantástico… ¡lo lograste amigo! ¡corre! ¡corre! ¡venciste campeón! ¡¡¡Bravoooo!!! 

En eso regresa el hacendado dispuesto a sacrificar al caballo y lo ve corriendo y dice “¡milagro, milagro…! el caballo mejoró… ¡hay que hacer una fiesta!… ¡vamos a matar a este cerdito para festejarlo! 


Moraleja: 
Es bueno ayudar a los demás… mientras no se arriegue el pellejo… 

lunes, 22 de noviembre de 2010

Patria es Humanidad


Durante una de las recientes guerras entre la India y Paquistán, unos oficiales del ejército paquistaní fueron hechos prisioneros por los indios y custodiados como correspondía a su rango hasta el final de las hostilidades. Cuando llegó el día de devolverlos a su patria, se presentó un oficial indio, los puso en libertad, los acompañó hasta el límite de los dos países y les dijo: "Aquella línea de árboles que ven ustedes es la frontera entre la India y Pakistán. Una vez que la crucen, estarán en su tierra. ¡Buena suerte!"

Los oficiales paquistaníes, al divisar su tierra, se llenaron de alegría, salieron corriendo, pasaron la línea de árboles y, al llegar a suelo paquistaní, se arrodillaron y comenzaron a besarlo, a derrarmar lágrimas de gozo y a decir: "¡Oh, Madre Paquistán! Te amamos, te servimos, te veneramos. Hemos sufrido por ti, y por ti sufriríamos mucho más, hasta derramar gustosos nuestra sangre por tu seguridad y tu gloria. Sólo el pisar otra vez tu bendito suelo nos hace felices."

En esto estaban los fervorosos oficiales cuando se les acercó corriendo, pòr detrás, el oficial indio, que blandía unos papeles en su mano y comenzó a decirles en cuanto consiguió que le prestaran atención: "Ustedes perdonen, si les interrumpo, pero ha habido un error. Acabo de mirar bien el mapa, y Paquistán no comienza en esta línea de árboles, sino en la siguiente que ven ustedes cien metros más allá. El terreno en que están ustedes es todavía la India. Tengan la bondad de trasladarse un poco más allá, y estarán en su casa. Espero no les haya causado ninguna molestia, y vuelvo a presentarles mis excusas."

domingo, 21 de noviembre de 2010

El asno y el soldado



Un soldado, durante una guerra, alimentó con cebada a su caballo, su compañero de esfuerzos y peligros. Pero, acabada la guerra, el caballo fue empleado en trabajos serviles y para transportar pesados bultos, siendo alimentado únicamente con paja.
Al anunciarse una nueva guerra, y al son de la trompeta, el dueño del caballo lo aparejó, se armó y montó encima. Pero el caballo exhausto se caía a cada momento. Por fin dijo a su amo:

-- Vete mejor entre los infantes, puesto que de caballo que era me has convertido en asno. ¿ Cómo quieres hacer ahora de un asno un caballo ?

En los tiempos de bienestar,
debemos prepararnos para las épocas críticas.

sábado, 20 de noviembre de 2010

El elefante y la rata



Se hallaba un elefante bañándose tranquilamente en un remanso, en mitad de la jungla, cuando, de pronto, se presentó una rata y se puso a insistir en que el elefante saliera del agua.

«No quiero», decía el elefante. «Estoy disfrutando y me niego a ser molestado».

«Insisto en que salgas ahora mismo», le dijo la rata.

«¿Por qué?», preguntó el elefante.

«No te lo diré hasta que hayas salido de ahí», le respondió la rata.

«Entonces no pienso salir», dijo el elefante.

Pero, al final, se dio por vencido. Salió pesadamente del agua, se quedó frente a la rata y dijo:

«Está bien; ¿para qué querías que saliera del agua?».

«Para comprobar si te habías puesto mi bañador», le respondió la rata.


Es infinitamente más fácil para un elefante 
ponerse el bañador de una rata 
que para Dios 
acomodarse a nuestras doctas 
ideas acerca de Él

viernes, 19 de noviembre de 2010

El león y el perro



Un cazador va al África y lleva su perrito Fox Terrier para no sentirse solo.
Un día, ya en África, el perrito, correteando mariposas, se aleja y se extravía, comenzando a vagar solo por la selva. En eso ve a lo lejos que viene un león enorme y, al ver que se lo quiere devorar, piensa rápido qué puede hacer y se empieza a desesperar. Unos segundos antes de la catástrofe, ve un montón de huesos de un animal muerto y se pone a mordisquearlos. Cuando el León está a punto de atacarlo, el perrito dice:
"¡Ah!, ¡qué rico estaba este león que me acabo de comer!!".
El león lo escucha y frenando en seco, gira y huye despavorido pensando:
"¡Perro asqueroso, casi me come a mí también!".
Un mono alcahuete que andaba trepado en un árbol cercano y que había visto y oído toda la escena, sale corriendo tras el león para contarle como lo engañó el perrito. Después que el mono cuenta al león la historia, le perrito vio que éste, muy enojado, le dice al mono:
"¡Súbete a mi espalda y busquemos al perro, a ver quién se come a quién!"
Y salen corriendo a toda velocidad a buscar al Fox Terrier. El perrito ve a lo lejos que se viene otra vez el león, esta vez con el mono alcahuete encima, y se pregunta "¿Y ahora qué hago?". Salir corriendo era inútil pero qué hacer. Se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto y, cuando el León está a punto de atacarlo, el perrito dice:
"¡Pero qué mono pavo!.. Hace como media hora que lo mandé a traerme otro león y todavía no aparece!..."
"EN LOS MOMENTOS DE CRISIS, 
UNA PIZCA DE CREATIVIDAD 
ES MAS IMPORTANTE 
QUE MILES DE CONOCIMIENTOS"

jueves, 18 de noviembre de 2010

Tirar alto



Un maestro quería enseñarles una lección especial a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta. A los que escogieron el de treinta les puso una “C”, sin importar que hubieran contestado correctamente todas las preguntas. A los que escogieron el de cuarenta les puso una “B”, aun cuando más de la mitad de las respuestas estuviera mal. Y a los que escogieron el de cincuenta les puso una “A”, aunque se hubieran equivocado en casi todas.

Como los estudiantes no entendían nada, el maestro les explicó: “Queridos alumnos: permítanme decirles que yo no estaba examinando sus conocimientos, sino su voluntad de apuntar a lo alto”.

Cuando le apuntamos a lo alto, estamos más cerca de nuestros sueños que si nos conformamos con pequeños objetivos.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Los dos amigos

Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y discutieron agriamente, uno de ellos le dio una bofetada al otro. Este, ofendido, escribió en la arena: “Hoy mi mejor amigo me dio una bofetada”. Continuaron su camino y llegaron a un oasis, donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado se estaba ahogando, y el otro acudió en su rescate. Al recuperarse, tomo un cincel y escribió en una piedra: “Hoy mi mejor amigo me salvó la vida”. Intrigado aquel le preguntó:

-¿Por qué después de que te lastimé escribiste en la arena, y ahora escribes en la piedra?
-Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribirlo en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargará de borrarlo. Cuando nos pasa algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra del corazón, de donde ningún viento podrá hacerlo desaparecer.

martes, 16 de noviembre de 2010

Las cicatrices de los clavos

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.

El primer día, el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que el aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.

Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, este le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.

Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo:

- Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.

Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Las tres rejas

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa y le dice:
Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia...
Espera, lo interrumpe el filósofo. ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
Las tres rejas?, preguntó su discípulo.
Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
No. Lo oí comentar a unos vecinos.
Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
No, en realidad no. Al contrario...
Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
A decir verdad, no.
Entonces... -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad, ni bueno ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Ligeros de carga

La pequeña, bien perfumada y orgullosa anciana de 92 años, completamente vestida cada mañana a las 8 en punto con su cabello arreglado a la moda y el maquillaje perfectamente aplicado, aunque es legalmente ciega, se muda hoy a un asilo.

Su esposo de 70 años murió recientemente, lo que motivó la mudanza.

Después de muchas horas de esperar pacientemente en el recibidor del asilo, sonrió dulcemente cuando se le dijo que su cuarto estaba listo.

Mientras se desplazaba con su andador hacia el ascensor, le di una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que colgaban de su ventana.

-"Me encanta" afirmó con el entusiasmo de un niño de 8 años al que le acaban de entregar una nueva mascota.
-"Sra. Jones, no ha visto el cuarto... espere".

-"Eso no importa", respondió. "La felicidad es algo que decides con el tiempo. Si me gusta o no mi cuarto no depende de cómo estén arreglados los muebles...
Depende de cómo arregle mi mente. Ya decidí que me gusta...."

Es una decisión que hago cada mañana cuando me levanto. Tengo la elección, puedo pasar el día en la cama repasando la dificultad que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan, o salir de la cama y estar agradecida por las partes que sí funcionan".

"Cada día es un regalo, y mientras se abran mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y los recuerdos felices que he almacenado... sólo por ésta vez en mi vida.

La vejez es como una cuenta de banco... tú retiras de ella lo que has depositado. Así que mi consejo sería que deposites una gran cantidad de felicidad en la cuenta de tu memoria.

Recuerda las 5 simples reglas para ser feliz:
1. Libera tu corazón del odio
2. Libera tu mente de preocupaciones.
3. Vive sencillamente
4. Da más
5. Espera menos.

ENVEJECER ES OBLIGATORIO, CRECER ES OPCIONAL
 

sábado, 13 de noviembre de 2010

Reconoce tus faltas

Reconoce tus faltas 

Un hombre que tenía un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones.
Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo: "El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto".
El hombre siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja: "Querido, - estás mirando un espejo!!!".

Muchas veces nuestras propias faltas, las cuales tardamos en reconocer y admitir, parecen muy grandes cuando las vemos en los demás. Debemos mirarnos en el espejo más a menudo, observar bien para detectarlas, y tener el valor moral de corregirlas; es más fácil de negarlas que reconocerlas. Por eso es necesario hacer a un lado el orgullo pues solo con humildad podremos ver nuestros defectos y corregirlos.

“El que encubre sus faltas no prosperará, más el que las admite y se aparta alcanzará misericordia. Proverbios 28:13”
 

viernes, 12 de noviembre de 2010

El Leon y el cocodrilo

Un día el viejo león se despertó y conforme se desperezaba se dijo que no recordaba haberse sentido tan bien en su vida.

El león se sentía tan lleno de vida, tan saludable y fuerte que pensó que no habría en el mundo nada que lo pudiese vencer. Con este sentimento de grandeza, se encaminó hacia la selva, allí se encontró con una víbora a la que paró para preguntarle.

"Dime, víbora, quien es el rey de la selva? le preguntó el leon.

'Tu, por supuesto' le respondió la víbora, alejándose del leon a toda marcha.

El siguiente animal que se encontró fue un cocodrilo, que estaba adormecido cerca de una charca.

El león se acercó y le preguntó'Cocodrilo, dime ¿quien es el rey de la selva?'
'¿por qué me lo preguntas? le dijo el cocodrilo, si sabes que eres tu el rey de la selva'

Así continuó toda la mañana, a cuanto animal le preguntaba todos le respondían que el rey de la selva era el.

Pero, hete ahí que de pronto, le salió al paso un elefante.

Dime elefante, le preguntó el león ensoberbecido ¿sabes quién es el rey de la selva?'

Por toda respuesta, el elefante enroscó al león con su trompa levantándolo cual si fuera una pelota, lo tiraba al aire y lo volvía a recoger...hasta que lo arrojó al suelo poniendo sobre el magullado y dolorido león su inmensa pata.

'Muy bien, basta ya, lo entiendo' atinó a farfullar el dolorido león. 'pero no hay necesidad de que te enfurezcas tanto, porque no sepas la respuesta.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El gato y las costumbres



El Gato Del Gurú

Cuando, cada tarde, se sentaba el gurú para las prácticas del culto, siempre andaba por allí el gato del ashram distrayendo a los fieles. De manera que ordenó el gurú que ataran al gato durante el culto de la tarde.

Mucho después de haber muerto el gurú, seguían atando al gato durante el referido culto. Y cuando el gato murió, llevaron otro gato al ashram para poder atarlo durante el culto vespertino.

Siglos más tarde, los discípulos del gurú escribieron doctos tratados acerca del importante papel que desempeña el gato en la realización de un culto como es debido.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El sabio



Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de  El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.

El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y  un banco.

- ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista. Y el sabio, rápidamente, también preguntó: 

- Y dónde están          los suyos...?

- ¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si  yo estoy aquí solamente de paso!
Yo también... concluyó el sabio. "La vida en la tierra es solamente temporal... sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices".

"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden.  Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables." 

martes, 9 de noviembre de 2010

EL ZORRO MUTILADO

EL ZORRO MUTILADO

Fábula del místico árabe Sa´:

Un hombre que pasaba por el bosque vio un zorro que había perdido sus patas, por lo que el hombre se preguntaba cómo podría sobrevivir. Entonces vió llegar a un tigre que llevaba una presa en su boca.

El tigre ya se había hartado y dejó el resto de la carne para el zorro. Al día siguiente Dios volvió a alimentar al zorro por medio del mismo tigre. El comenzó a maravillarse de la inmensa bondad de Dios, y se dijo a sí mismo: "Voy también yo a quedarme en un rincón confiando plenamente en el Señor, y éste me dará cuanto necesito".

Así lo hizo durante muchos días, pero no sucedió nada y el pobre hombre ya estaba casi a las puertas de la muerte cuando oyó una voz que le decía: "Oh, tú que te hayas en la senda del error, abre tus ojos a la verdad, sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado".

Por la calle vi a una niña aterida y tiritando de frío dentro de su ligero vestidito y con pocas perspectivas de conseguir una comida decente. Me encolericé y le dije a Dios: "¿Por qué permites estas cosas? ¿Por qué no haces nada para solucionarlo?".

Durante un rato Dios guardó silencio, pero aquella noche, de improviso, me respondió: "Ciertamente que he hecho algo, te he hecho a ti.

lunes, 8 de noviembre de 2010

El explorador

El explorador

E l explorador había regresado junto a los suyos, que estaban ansiosos por saberlo todo acerca del Amazonas. Pero, ¿cómo podía él expresar con palabras la sensación que había inundado su corazón cuando contempló aquellas flores de sobrecogedora belleza y escuchó los sonidos nocturnos de la selva? ¿Cómo comunicar lo que sintió en su corazón cuando se dio cuenta del peligro de las fieras o cuando conducía su canoa por las inciertas aguas del río?

Y les dijo: "Id y descubridlo vosotros mismos. Nada puede sustituir al riesgo y a la experiencia personales". Pero, para orientarles, les hizo un mapa del Amazonas. Ellos tomaron el mapa y lo colocaron en el Ayuntamiento. E hicieron copias de él para cada uno. Y todo el que tenía una copia se consideraba un experto en el Amazonas, pues, ¿no conocía acaso cada vuelta y cada recodo del río, y cuán ancho y profundo era, y dónde había rápidos y dónde se hallaban las cascadas?

El explorador se lamentó toda su vida de haber hecho aquel mapa. Habría sido preferible no haberlo hecho.

  Cuentan que Buda se negaba resueltamente a hablar de Dios.

Probablemente sabía los peligros de hacer mapas para expertos en potencia.

domingo, 7 de noviembre de 2010

El pescador satisfecho

El pescador satisfecho

El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando una pipa.

" ¿Por qué no has salido a pescar? ", le preguntó el industrial.

"Porque ya he pescado bastante por hoy ", respondió el pescador.

" ¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas? ", insistió el industrial.

" ¿Y qué iba a hacer con ello?" , preguntó a su vez el pescador.

"Ganarías más dinero" , fue la respuesta. "De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas... y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo".

"¿Y qué haría entonces?" , preguntó de nuevo el pescador.

"Podrías sentarte y disfrutar de la vida" , respondió el industrial.

"¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?", respondió el satisfecho pescador.

sábado, 6 de noviembre de 2010

El maestro zen y el cristiano



El maestro Zen y el cristiano

Una vez visitó un cristiano a un maestro Zen y le dijo: 

"Permíteme que te lea algunas frases del Sermón de la Montaña".

"Las escucharé con sumo gusto", replicó el maestro.

El cristiano leyó unas cuantas frases y se le quedó mirando. 

El maestro sonrió y dijo: "Quienquiera que fuese el que dijo esas palabras, ciertamente fue un hombre iluminado".

Esto agradó al cristiano, que siguió leyendo. 

El Maestro le interrumpió y le dijo: " Al hombre que pronunció esas palabras podría realmente llamársele Salvador de la humanidad".

El cristiano estaba entusiasmado y siguió leyendo hasta el final. 

Entonces dijo el Maestro: "Ese sermón fue pronunciado por un hombre que irradiaba divinidad".

La alegría del cristiano no tenía límites. Se marchó decidido a regresar otra vez y convencer al Maestro Zen que debería hacerse cristiano.

De regreso a su casa se encontró con Cristo, que estaba sentado junto al camino: "¡Señor!" le dijo entusiasmado, "¡he conseguido que aquel hombre confiese que eres divino!".

Jesús sonrió y dijo: "¿Y qué has conseguido sino hacer que se hinche tu ego cristiano?".

viernes, 5 de noviembre de 2010

El puercoespín





La fábula del puercoespín

Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío.



Los puercoespín dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se  abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.


Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o  desaparecían de  la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro. De esa forma puderon vivir.

Moraleja de la historia:



La mejor relación 
no es aquella que une a personas perfectas, 
sino aquella en que cada individuo 
aprende a vivir 
con  los defectos de los demás 
y a admirar sus cualidades.



jueves, 4 de noviembre de 2010

El emperador va desnudo





Autor: Hans Christian Andersen.
El Maravilloso Traje del Emperador.


Hubo una vez un emperador que era muy presumido, sólo pensaba en comprarse vestidos. Tenía un grupo muy numeroso de sastres que constantemente le hacían nuevos ropajes, porque deseaba ser el emperador mejor vestido de todos los reinos del mundo.


Cierto día llegaron al palacio imperial dos pícaros muchachos, pidiendo ser recibidos por su majestad. Decían que eran unos afamados sastres que venían de lejanas tierras. El emperador, al conocer la noticia, les hizo pasar inmediatamente.


- Majestad, hemos traído una tela que es una maravilla -dijo uno de los pícaros.


- No la pueden ver los ignorantes, pero a los inteligentes les gusta mucho -dijo el otro.


El emperador se entusiasmó con lo que decían y pidió a los falsos sastres que le comenzaran inmediatamente un vestido con aquella tela, que enseñaría a todo el mundo.


Los pícaros pidieron para los gastos grandes sumas de dinero y joyas valiosísimas. Hacían creer que cortaban y cosían el vestido, cuando, en realidad, no cosían nada. Y aquellos que lo veían, para que no les llamaran ignorantes, decían que era un vestido muy original.


Llegó el día en que el emperador fue a probarse el famoso vestido. Cuando se lo presentaron quedó admirado. ¡No veía el vestido! Y para que sus súbitos no pensaran que no era inteligente, decidió disimular.


Todo el pueblo esperaba que pasara el emperador, ya que tenía gran curiosidad sobre cómo sería el majestuoso ropaje. Entonces apareció el emperador. Iba caminando desnudo ante el asombro de todos.


Un gran silencio se hizo en la calle, pero nadie dijo nada para que no se le llamara ignorante. Sólo un niño, con su inocencia, dijo:


- ¡Mirad, mirad, el emperador va desnudo!


Ante esto, todo el mundo dijo lo mismo y el emperador sintió mucha vergüenza. Fue un día triste para él.


Aprendió una gran lección: 


LO IMPORTANTE EN ESTA VIDA NO SON LOS ROPAJES, 
SINO SER SINCERO EN TODO LO QUE HACES.