Una persona perversa
resuelve hacer un presente a
una persona pobre por su aniversario
e irónicamente manda preparar
una bandeja llena de basura y desperdicios.
En presencia de todos,
manda entregar el presente,
que es recibido con alegría
por el agasajado.
Gentilmente,
el agasajado agradece
y pide que lo espere un instante,
ya que le gustaría poder
retribuir la gentileza.
Tira la basura,
lava la bandeja,
la cubre de flores,
y la devuelve con un papel, donde dice:
“Cada uno da lo que posee”.
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