domingo, 6 de marzo de 2011

El Muro



Dicen que una vez un hombre era perseguido por varios malhechores que querían matarlo.  El hombre ingresó a una cueva. Los malhechores empezaron a buscarlo por las cuevas anteriores de la que él se encontraba.  Con tal desesperación elevó una plegaria a Dios de la siguiente manera:

"Dios todopoderoso, haz que dos ángeles bajen y tapen la entrada para que no entren a matarme".  En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que él se encontraba, y vio que apareció una arañita.  La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada.  El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez más angustiado:

 "Señor, te pedí ángeles, no una araña." Y continuó: "Señor, por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que los hombres no puedan entrar a matarme".  Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observo a la arañita tejiendo la telaraña.  Estaban ya los malhechores ingresando en la cueva anterior de la que se encontraba el hombre y éste quedó esperando su muerte.  Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva en la que se encontraba el hombre ya la arañita había tapado toda la entrada, entonces se escucho esta conversación:

Primer hombre: "Vamos, entremos a esta cueva." Segundo hombre: "No. ¿No ves que hasta hay telarañas?, nadie ha entrado en ésta."

Las apariencias engañan,
tengamos siempre confianza en Dios.

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