jueves, 14 de abril de 2011

Reconocerse




Henchida de cebada, una mula se puso a saltar, diciéndose a sí misma:

- Mi padre es un caballo veloz en la carretera, y yo me parezco en todo a él.

Pero llegó la ocasión en que la mula se vio obligada a correr. Terminada la carrera, muy contrariada, se acordó de pronto de su verdadero padre el asno.

Siempre debemos reconocer nuestras raíces, 
respetando nuestras herencias 
y las ajenas.

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