domingo, 31 de julio de 2011

El Eco




Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cayó, se lastimó y gritó:"AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !".Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo, en algún lugar en la montaña: "AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! !

 !"Con curiosidad, el niño grito: "Quién eres tú?"

Recibió de respuesta: "Quién eres tú?

"Enojado con la respuesta, grito:"Cobarde!"

Recibió de respuesta:"Cobarde!"Miró a su padre y le preguntó: "Que sucede?"

El padre sonrió y dijo: "Hijo mío, presta atención.

"Y entonces el padre gritó a la montaña: "Te admiro!

"La voz respondió: "Te admiro!"

De nuevo el hombre gritó: "Eres un campeón!"

La voz respondió: "Eres un campeón!"

El niño estaba asombrado, pero no entendía.

Luego el padre explicó: "La gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA...Te devuelve todo lo que dices o haces... Nuestra vida es simplemente reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor... Si deseas mas competitividad en tu grupo, ejercita tu competencia... Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida... La vida te dará de regreso exactamente aquello que tú le has dado.

"Tu vida no es una coincidencia... Es un reflejo de ti. Alguien dijo: "Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa lo que emites.


sábado, 30 de julio de 2011

Isaac muere




Isaac muere

Cierto rabino era adorado por su comunidad, todos se quedaban encantados con lo que decía.
Menos Isaac, que no perdía oportunidad de contradecir las interpretaciones del rabino, señalar los fallos en sus enseñanzas. A los demás les indignaba esta actitud, pero no podían hacer nada.
Un día Isaac se murió. Durante el entierro, la comunidad notó que el rabino estaba profundamente triste.
¿Por qué tanta tristeza? – comentó alguien. – ¡Él vivía señalando defectos en todo lo que usted decía!
- No me lamento por mi amigo que hoy está en el cielo – respondió el rabino. – Me lamento por mí mismo. Mientras que todos me reverenciaban, él me desafiaba y yo estaba obligado a mejorar. Ahora que ya se fue, tengo miedo de parar de crecer.


viernes, 29 de julio de 2011

La nube y la luna




Una joven nube nació en medio de una gran tempestad en el mar Mediterráneo. Pero casi no tuvo tiempo de crecer allí, pues un fuerte viento empujó a todas las nubes en dirección a África.  

No bien llegaron al continente, el clima cambió: un sol generoso brillaba en el cielo y abajo se extendía la arena dorada del desierto del Sahara. El viento siguió empujándolas en dirección a los bosques del sur, ya que en el desierto casi no llueve. 

Entretanto la nuestra decidió desgarrarse de sus padres y de sus más viejos amigos para conocer el mundo. 

—¿Qué estás haciendo? —protestó el viento—. ¡El desierto es todo igual! ¡Regresa a la formación y vámonos hasta el centro de África, donde existen montañas y árboles deslumbrantes!  

Pero la joven nube, rebelde por Naturaleza, no obedeció. Poco a poco fue bajando de altitud hasta conseguir planear en una brisa suave, generosa, cerca de las arenas doradas. Después de pasear mucho, se dio cuenta de que una de las dunas le estaba sonriendo. 

Vio que ella también era joven, recién formada por el viento que acababa de pasar. Y al momento se enamoró de su cabellera dorada. 

—Buenos días —dijo—. ¿Cómo se vive allá abajo?

—Tengo la compañía de las otras dunas, del sol, del viento y de las caravanas que de vez en cuando pasan por aquí. A veces hace mucho calor, pero se puede aguantar. ¿Y cómo se vive allí arriba?

—También existen el viento y el sol, pero la ventaja es que puedo pasear por el cielo y conocer muchas cosas.

—Para mí la vida es corta —dijo la duna—. Cuando el viento vuelva de las selvas, desapareceré.

—¿Y esto te entristece?

—Me da la impresión de que no sirvo para nada.

—Yo también siento lo mismo. En cuanto pase un viento nuevo, iré hacia el sur y me transformaré en lluvia. Mientras tanto, este es mi destino. 

La duna vaciló un poco, pero terminó diciendo:

—¿Sabes que aquí en el desierto decimos que la lluvia es el Paraíso?

—No sabía que podía transformarme en algo tan importante —dijo la nube, orgullosa.

—Ya escuché varias leyendas contadas por viejas dunas. Ellas dicen que, después de la lluvia, quedamos cubiertas por hierbas y flores. Pero yo nunca sabré lo que es eso, porque en el desierto es muy difícil que llueva.

Ahora fue la nube la que vaciló. Pero enseguida volvió a abrir su amplia sonrisa:

—Si quieres, puedo cubrirte de lluvia. Aunque acabo de llegar, me he enamorado de ti y me gustaría quedarme aquí para siempre.

—Cuando te vi por primera vez en el cielo también me enamoré —dijo la duna—. Pero si tú transformas tu linda cabellera blanca en lluvia, terminarás muriendo.

—El amor nunca muere —dijo la nube—. Se transforma. Y yo quiero mostrarte el Paraíso.
Y comenzó a acariciar a la duna con pequeñas gotas.

Así permanecieron juntas mucho tiempo hasta que apareció un arco iris.

Al día siguiente, la pequeña duna estaba cubierta de flores. Otras nubes que pasaban en dirección a África pensaban que allí estaba la parte del bosque que estaban buscando y soltaban más lluvia. Veinte años después, la duna se había transformado en un oasis, que refrescaba a los viajeros con la sombra de sus árboles.

Todo porque, un día, una nube enamorada no había tenido miedo de dar su vida por amor.


jueves, 28 de julio de 2011

El león y el cachorro




Un cachorro, perdido en la selva, vio un tigre corriendo en su dirección. Comenzó entonces a pensar rápido, para ver si se le ocurría alguna idea que le salvase del tigre. Entonces vió unos huesos en el suelo y comenzó a morderlos.

Cuando el tigre estaba casi para atarcarle, el cachorro dijo en alto:

- ¡Ah, este tigre que acabo de comer estaba delicioso!

El tigre, entonces, paró bruscamente y, muerto de miedo, dió media vuelta y huyó pavoroso mientras pensaba para sí: ¡Por poco me come a mi también!

Un mono que había visto todo, fue detrás del tigre y le contó cómo había sido engañado por el cachorro. El tigre se puso furioso y dijo:

- ¡Maldito cachorro! ¡Ahora me la vas a pagar!

El cachorro, entonces, vió que el tigre se aproximaba rápidamente a por él con el mono sentado encima y pensó:

- ¡Ah, mono traidor! ¿Y que hago ahora?

Comenzó a pensar y de repente se le ocurrió una idea: se puso de espaldas al tigre y cuando este llegó y estaba preparado para darle el primer zarpazo, el cachorro dijo en voz alta:

- ¡Será perezoso el mono! ¡Haze una hora que le mandé para que me trajese otro tigre y todavía no ha vuelto!

EN MOMENTOS DE CRISIS, SOLO LA IMAGINACIÓN ES MAS IMPORTANTEQUE EL CONOCIMIENTO
Albert Einstein

miércoles, 27 de julio de 2011

El ciempies





-Qué complicación (exclamó el Abad viendo caminar a un ciempiés) y qué maravilla: lo hace tan bien que parece fácil.

De pronto, le vino a la memoria una historieta que había escuchado no sabía dónde: "El pequeño ciempiés sintió que debía lanzarse a caminar, y preguntó inquieto a su madre:

-Para andar, ¿qué pies debo mover primero: los pares o los impares, los de la derecha o los de la izquierda, los de delante o lo de detrás? ¿O los del centro? ¿Y cómo? ¿Y por qué?

-Cuando quieras andar, hijo mío -le respondió la madre- deja de cabilar y... anda".


martes, 26 de julio de 2011

¿Me amas?




Un día, temprano por la mañana, me levanté para observar la salida del Sol. !Oh, la belleza de la Creación de Dios queda mas allá de la descripción! Mientras observaba, alababa a Dios por su bella obra. Mientras estaba sentado ahí, sentí la presencia del Señor conmigo.

Entonces, me preguntó, "¿Me amas?"

Yo contesté, "!Por supuesto, Dios! !Tú eres mi Señor y Salvador!"

Entonces me preguntó "Si estuvieras físicamente incapacitado, ¿así me amaras?"

Me quedé perplejo. Mire abajo. Mis brazos, piernas y el resto de mi cuerpo y me pregunté cuantas cosas sería incapaz de hacer. Las cosas que hoy me parecen tan sencillas. Y contesté, "Seria difícil, Señor, pero aún así te amaría"

Entonces el Señor dijo, "Si estuvieras ciego, ¿amarías aún mi creación?".

!Cómo podría amar algo, siendo incapaz de verlo! Entonces pensé en toda esa gente ciega en el mundo entero y cuantos de ellos aún aman a Dios y a su Creación. Así que contesté, "Es difícil pensarlo, pero aún te amaría."

El Señor entonces me preguntó, "Si fueses sordo, ¿oirías aún mi Palabra?".
¿Cómo podría oír algo siendo sordo? Entonces comprendí. Escuchar la Palabra de Dios no es meramente usar nuestros oídos, sino nuestros corazones. Contesté, "Sería difícil, pero aún oiría tu Palabra".

El Señor entonces preguntó, "Si estuvieses mudo, ¿alabarías aún mi Nombre?". !Pero cómo puedo alabar sin voz!

Entonces se me ocurrió que Dios desea que le cantemos desde nuestra alma y corazón. No importa cómo sonamos. Y cuando alabamos a Dios no lo hacemos siempre con un cántico, pero cuando somos perseguidos, le damos alabanza a Dios con nuestras palabras de gratitud. Entonces contesté, "Aunque no pudiera cantarte físicamente, alabaría aún tu Nombre"

Y el Señor preguntó, "¿En realidad me amas?"

Con valor y profunda convicción, le contesté resueltamente, "!Sí Señor! !Te amo por que Tú eres el Dios único y verdadero!"

Pensé que había contestado correctamente, pero Dios preguntó, "¿ENTONCES POR QUE PECAS?"

Contesté, "!Porque soy sólo un humano, y no soy perfecto!" "ENTONCES ¿POR QUE EN TIEMPOS DE PAZ TE TAN LEJOS DE MÍ? ¿POR QUE SÓLO EN TIEMPOS DE ANGUSTIA ORAS SINCERAMENTE?" No hubo respuestas. Sólo lagrimas.

El Señor continuó, "¿Por qué solamente cantas en la congregación y en los retiros espirituales? ¿Por qué me buscas sólo en tiempos de adoración? ?Por qué pides cosas tan egoístas? ¿Por qué pides sin tener fe?" Las lagrimas continuaron rodando sobre mis mejillas. "¿Por qué te averguenzas de mí? ¿Por qué no estas esparciendo las buenas nuevas? ¿Por qué en tiempos de persecución, lloras con otros cuando te ofrezco mi hombro para que llores? ¿Por qué pones pretextos cuando te doy la oportunidad de servir en Mi Nombre?"

Intenté contestar, pero no hubo respuesta que dar.

"Eres bendecido con la vida. No te hice para que desperdiciaras este regalo. Te he bendecido con talentos para servirme, pero continúas dándome la espalda. Te he revelado mi Palabra, pero no obtienes el conocimiento de ella. Te he hablado pero tus oídos estaban cerrados. Te he mostrado mis bendiciones, pero tus ojos nunca la s vieron. Te he mandado mis siervos, pero permaneciste sentado inmóvil mientras ellos eran rechazados. He oído tus oraciones y las he contestado todas.

"¿En verdad me amas?" No podía contestar. ?Cómo podría hacerlo? Estaba increíblemente apenado. No tuve excusa. ¿Qué podía decir a esto?
Cuando mi corazón hubo llorado y las lagrimas habían fluido, dije "!Por favor perdóname Señor! !Soy indigno de ser tu hijo!"

El Señor contestó, "Esa es mi Gracia, mi Hijo"
Entonces le pregunté, "¿Entonces por qué continúas perdonándome? ¿Por qué me amas tanto?"

El Señor contestó, "Por que tú eres mi creación. Tú eres mi hijo. Nunca te abandonaré. Cuando llores, tendré compasión y lloraré contigo. Cuando estás gozoso, me alegraré contigo. Cuando estés deprimido, te animaría. Cuando caigas, te levantaré. Cuando te sientas cansado, te llevaré sobre mis hombros. Estaré contigo hasta el fin de los días, y te amaré por siempre."

Nunca antes había llorado como en ese momento. !Cómo pude haber sido tan frío! !Cómo pude lastimar a Dios con todo lo que hice! Le pregunté a Dios, "¿Cuanto me amas?"
El Señor me estrechó en sus brazos, y contemplé sus manos cicatrizadas por los clavos. Me incliné a los pies de Cristo, mi Salvador. Y por primera vez, en verdad oré.


lunes, 25 de julio de 2011

Mata a los dragones




En la clase hay un niño chino. Su padre tiene un restaurante chino cerca del cole.El nombre del chinito es muy raro: Chili Yi.

¿ Nos quieres contar alguna fábula de tu gran nación?, le dijo la seño.

De acuerdo. Imagino que ninguno la sabrá. Hace muchos siglos había en la China un joven guapo y fuerte.

¿Qué quería hacer?, interrumpió Cora.

Espera, ten paciencia. Los chinos somos muy pacientes. No interrumpimos a nadie cuando habla.

Perdona, Chili Yi, dijo Cora.

Bueno, pues sigo. Este joven fuerte aprendió a matar dragones. Un oficio difícil. Una vez que lo hubo aprendido, se marchó por todo el país. Ya desesperado, fue al emperador y le pidió que le dijera en dónde había dragones para matarlos porque eran muy malos. 

¿Y qué hizo el emperador chino?, pregunto Cristian.

Le respondió así: Los dragones existen sólo en ti. ¡¡¡Mátalos!!!


domingo, 24 de julio de 2011

Los pavos no vuelan





Cuentan de un paisano de Catamarca que se encontró en el campo un huevo muy grande. Nunca había visto nada igual. Decidió llevarlo a su casa.

- ¿Será de avestruz?- preguntó su mujer - No, es demasiado abultado- dijo el abuelo



¿Y si lo rompemos?- propuso el ahijado


Es una lastima. Perderíamos una hermosa curiosidad- respondió cuidadosamente la abuela- Miren, en la duda, se lo voy a colocar a la pava que está calentando los huevos. Tal vez con el tiempo nazca algo- afirmó el paisano.


Y así lo hizo.Cuenta la historia que a los 15 días nació un pavito oscuro, grande, nervioso, que con mucha avidez comió todo el alimento que encontró a su alrededor. Luego miró a la madre con vivacidad y le dijo entusiasta "Bueno, ahora vamos a volar".





La pava se sorprendió muchisimo de la proposición de su flamante crío, y le explicó: "Mirá, los pavos no vuelan. A ti te hace mal comer apurado".

Entonces todos trataron de que el pavito coma más despacio, el mejor alimento y en la medida justa. Pero el pavito terminaba su almuerzo o su cena, su desayuno o merienda y les decía a sus hermanos "Vamos muchachos, ¡a volar!"

Todos los pavos le explicaban nuevamente: "Los pavos no vuelan. A ti te hace mal la comida."


Tantas veces le repetían aquello, que con el tiempo, el pavito fue hablando más de comer, y menos de volar. Y creció y murió en la pavada general. ¡Pero era un cóndor! Había nacido para volar hasta los 7000 metros, pero, como nadie volaba...

El riesgo de morir en la pavada general es muy grande. ¡Como nadie vuela!


Muchas puertas están abiertas 
porque nadie las cierra, 
y otras puertas están cerradas 
porque nadie las abre. 
El miedo al hondazo es terrible, 
pero la verdadera protección 
está en las alturas. 
Especialmente cuando hay hambre de elevación 
y buenas alas.


sábado, 23 de julio de 2011

Los tres leones




En la selva vivían 3 leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión: Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero hay una gran duda en la selva: existen 3 leones y los 3 son muy fuertes. ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?


Los leones supieron de la reunión y comentaron entre sí: Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener 3 reyes. Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos. 

Necesitamos saber cual será el elegido, pero, ¿cómo descubrirlo? 

Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, llegaron a una decisión y se la comunicaron a los 3 leones.

Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que los tres escalen la Montaña Difícil. 

El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey. 

La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada.

Los animales estaban impacientes y curiosos; si los 3 fueron derrotados, ¿Cómo elegirían un rey? 

El primer león intentó escalar y no pudo llegar. El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado. El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.


En ese momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra:

¡Yo sé quien debe ser el rey! Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa. 

¿Cómo? Preguntaron todos. 

Es simple, dijo el águila. Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la Montaña.



El primer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido! 

El segundo león dijo: - ¡Montaña, me has vencido! 

El tercer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido, por ahora! porque ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo.


La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, su persona es más grande que su problema: Él es el rey de sí mismo, está preparado para ser rey de los demás.
Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado El Rey de los animales.

No tiene mucha importancia 
el tamaño de las dificultades 
o problemas que tengas. 
Tus problemas, 
la mayor parte de las veces, 
ya llegaron al nivel máximo, 
pero no tú.



"Cuando la vida te presente 
mil razones para llorar, 
demuéstrale que tienes 
mil y una razones 
por las cuales sonreír". 


viernes, 22 de julio de 2011

Las tres rejas




El joven discípulo de un sabio filósofo llega a casa de éste y le dice:

-Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia... 

-¡Espera! lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?


-¿Las tres rejas?

-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

-No. Lo oí comentar a unos vecinos.

-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?

-No, en realidad no. Al contrario...

-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

-A decir verdad, no.


-Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, enterrémoslo en el olvido.


jueves, 21 de julio de 2011

Lo esencial y lo tribial




Un hombre se perdió en el desierto. Estaba a punto de perecer de sed cuando aparecieron algunas mujeres que venían en una caravana.

El hombre, al borde dela muerte, gritó pidiendo auxilio. Cuando las mujeres se aproximaron a él y lo rodearon, pidió urgentemente agua.

Las mujeres empezaron a mirarlo con detenimiento y comenzaron a preguntarse cómo querría el hombre que le sirvieran el agua. ¿en un recipiente de oro o de plata?, ¿tal vez en una jarra?

Ellas hablaban y hablaban, interesándose por el objeto, pero, entretanto, el hombre iba agonizando por la ausencia de agua, hasta que murió.


miércoles, 20 de julio de 2011

El clavo





Una Iglesia nueva fue construida y las personas fueron de todas las partes para admirarla. Pasaban horas a mirar la belleza de tal obra.

Arriba, en lo alto, en las maderas del tejado, un pequeño clavo era testigo de todo lo que estaba ocurriendo. Y oia a las personas cómo elogiaban todas las partes de tan encantadora estructura... !Hablaban de todo, menos del clavo!

Ni siquiera sabían que estaba allí, y se sintió irritado y con envidia.

- ¡Si soy tan insignificante, nadie echará de menos mi falta!

Entonces el clavo desistió de su vida, dejó de hacer presión sobre la madera y se fue deslizando hasta caer al suelo.

Aquella noche llovió mucho. Luego, donde faltaba el claro, el tejado comenzó a ceder, separando las tejas. El agua corrió por las pareces y los bonitos murales. El yeso comenzó a caerse, el tapete estaba mancado y la Biblia se quedó arruinada por el agua.

Todo esto porque un pequeno clavo desistió de su trabajo.

¿Y el clavo?

Al asegurar las maderas del tejado, era oscuro, pero era útil. Ahora, enterrado en el barro, no sólo continuó a ser oscuro, sino que también se volvió un completo inútil y acabó comido por el óxido.


martes, 19 de julio de 2011

El alpinista




Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua. Inició su travesía, después de años de preparación. Quería la gloria para él sólo, por lo tanto subió sin sus compañeros. 


Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima. 

Pronto obscureció... La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes. 

Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires...........; caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas oscuras que pasaban y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. 

Seguía cayendo......y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de su vida. El pensaba que iba a morir, mas sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos.... Si!!........ como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. 

En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó mas que gritar.. AYUDAME, DIOS MIO, AYUDAME DIOS MIO. De repente ............. una voz grave y profunda de los cielos le contestó: 

¿QUE QUIERES QUE HAGA? 
Sálvame, Dios mío. 

¿REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR? 
Por supuesto Señor, Tú eres el único. 

ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..... 
Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda pues pensó que era lo único que realmente lo libraba de el vacío. 

Cuenta el equipo de rescate que al otro día se encontró colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una cuerda..... A UN METRO DEL SUELO.........Y tu... ¿En que cuerda tienes puesta tu confianza?, ¿Por qué no la sueltas? El Señor tiene maravillosas cosas para ti. Corta la cuerda, NO DUDES CÓRTALA ...... y simplemente, confía en El. 


lunes, 18 de julio de 2011

El pozo





Esta ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta. 

Esa ciudad habitada por pozos. Pozos vivientes... pero pozos al fin. 

Los pozos se diferenciaban entre sí, no sólo por el lugar en el que estaban excavados sino también por el brocal (la abertura que los conecta con el exterior). 

Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos, pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra. 

La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente, de punta a punta del poblado. 

Un día llegó a la ciudad una “moda” que seguramente había nacido en algún pueblito humano. 

La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se precie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido. 

Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. 

Algunos se llenaban de joyas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más, optaron por el arte, y fueron llenándose de pinturas, pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas. 

Pasó el tiempo. La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más. 

Los pozos no eran todos iguales, así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior... 

Algunos de ellos fue el primero: En lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose. 

No pasó mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior. 

Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver sus camaradas ensanchándose desmedidamente. Él pensó que si seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad... 

Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho. 

Pronto se dio cuenta de que todo lo que tenía dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo debía vaciarse de contenido... 

Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego, cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo. 

Vació de posesiones, el pozo se empezó a volverse profundo mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había desecho... 

Un día, sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una sorpresa: Adentro, muy adentro, y muy en el fondo encontró agua !!! 

Nunca antes otro pozo había encontrado agua... 

El pozo supero la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último sacando el agua hacia afuera. 

La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa, así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar. 

Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto, en tréboles, en flores y en tronquitos endebles que se volvieron árboles después... 

La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo al que empezaron a llamar “El Vergel”. 

Todos les preguntaban como había conseguido el milagro. 

- Ningún milagro- contestaba Vergel - hay que buscar en el interior hacia lo profundo... 

Muchos quisieron seguir el ejemplo de Vergel, pero desandaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían vaciarse. Siguieron ensanchándose cada vez más para llenarse de más y más cosas... 

En la otra punta de la ciudad otro pozo, decidió correr también el riesgo del vacío... 

Y también empezó a profundizar... 

Y también llegó el agua... 

Y también salpicó hacia afuera creando un segundo oasis verde en el pueblo... 

- Que harás cuando se termine el agua ? - le preguntaban. 

- No se lo que pasará- contestaba - Pero, por ahora, cuanto más agua saco más agua hay. 

Pasaron unos cuantos meses antes del gran descubrimiento. 



Un día caso por casualidad los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado era la misma... 

Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro. 

Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. 

No solo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente, como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto: 
La comunicación que sólo consiguen entre sí, aquellos que tienen el coraje de vaciarse de contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar. 

JORGE BUCAY