Era un padre que no acababa de superar la evolución de la tecnología y de la sociedad. Cierto dia llego a su casa un amigo suyo a quien le comentó:
Estoy preocupado por mi hija. Está colgada del teléfono móvil enviando mensajes todo el dia. Lo peor de todo es que escribe incluso con palabras que no entiendo.
Todo lo que tienes que hacer es amoldarte y acoplarte a ella, ser flexible, le dijo el amigo.
Si, pero fijate que el otro dia estaba en su cuarto y yo abajo viendo la televisión y me envió un mensaje. ¿Sabes lo que decía? Dijo el padre.
No, respondió el amigo.
Papa, súbeme una Coca Cola.
¿Y tu que hiciste? Preguntó el amigo.
Subírsela, replico el padre.
Noooooo!!!!! Dijo el amigo. Tenias que haberle enviado otro mensaje.
Y, ¿Que le diría en el preguntó el padre?
¡Que te la suba tu padre!, respondió el amigo.
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