viernes, 31 de diciembre de 2010

Los dos prisioneros



Dos hombres confinados al mismo cuarto en un hospital. Ambos estaban muy enfermos y aunque no se les permitía tener muchas distracciones—ni televisión, ni radio, ni libros—desarrollaron una amistad a través de largos meses de conversación. Hablaron de todos los asuntos en los que ambos tenían interés o experiencia, desde la familia, los trabajos y las vacaciones, hasta sus historias personales.

Ninguno de los dos podía levantarse, pero uno tuvo la suerte de estar cerca de una ventana. Como parte de su tratamiento podía sentarse en su cama por solamente una hora al día. Ese era el momento que aprovechaba para describir a su compañero el mundo exterior.

En términos muy detallados llevaba el mundo exterior a su amigo, describiéndole el hermoso parque que veía, con su lago, y las muchas personas interesantes que paseaban por allí. Su amigo comenzó a vivir a base de esas descripciones.

Después de un relato particularmente fascinante, el hombre que lo oía comenzó a pensar que no era justo que su amigo pudiera ver todo mientras él no veía nada. Se sintió avergonzado por sus pensamientos, pero tenía bastante tiempo para pensar y no podía sacar esto de su mente. Con el tiempo sus pensamientos comenzaron a producir efectos en su salud y se sintió más enfermo todavía, con una disposición para igualarse al otro.

Una noche su amigo, que a veces tenía problemas con la congestión y la respiración, se despertó con un acceso de tos y asfixia, y no podía ni siquiera oprimir el botón del timbre para que la enfermera viniera en su ayuda. El otro hombre, frustrado y amargado, yacía allí, mirando al cielo, escuchando la lucha por la vida cerca de él, y sin hacer nada.

A la mañana siguiente vino la enfermera para encontrar muerto al hombre que estaba junto a la ventana.

Después de cierto intervalo, el hombre que estaba ansioso por ver a través de la ventana pidió que le cambiaran a ese lugar, lo cual fue hecho rápidamente. Tan pronto como quedó vacía la habitación, el hombre se levantó con esfuerzo sobre sus codos para mirar afuera y llenar su espíritu con el paisaje del mundo exterior.

Fue entonces cuando descubrió que la ventana daba a una pared en blanco.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Las muletas


Durante siete años no pude dar un paso.

Cuando fui al gran médico me preguntó: -¿Por qué llevas muletas?

Yo le dije: -Porque estoy paralítico. -No es extraño, me dijo. Prueba a caminar. Son esos trastos los que te impiden andar. ¡Anda, atrévete, arrástrate a cuatro patas!

Riendo como un monstruo me quitó mis hermosas muletas, las rompió en mis espaldas...

Y, sin dejar de reír, las arrojó al fuego.

Ahora estoy curado.

Ando. Me curó una carcajada.

Tan sólo a veces, cuando veo palos, camino algo peor por unas horas.

Bertold Bretch

miércoles, 29 de diciembre de 2010

El payaso limón



Había una vez un payaso llamado Limón. Era muy divertido, pero también muy descuidado, y con casi todo lo que hacía terminaba rompiéndose la chaqueta, o haciéndose un agujero en el calcetin, o destrozando los pantalones por las rodillas. Todos le pedían que tuviera más cuidado, pero eso era realmente muy aburrido, así que un día tuvo la feliz idea de comprarse una máquina de coser de las buenas. Era tan estupenda que prácticamente lo cosía todo en un momento, y Limón apenas tenía que preocuparse por cuidar las cosas.
Y así llegó el día más especial de la vida de Limón, cuando todos en su ciudad le prepararon una fiesta de gala para homenajearle. Ese día no tendría que llevar su colorido traje de payaso, ese día iría como cualquier otra persona, muy elegante, con su traje, y todos hablarían de él. Pero cuando aquella noche fue a buscar en su armario, no tenía ni un solo traje en buen estado. Todos estaban rotos con decenas de cosidos, imposibles para presentarse así en la gala.
Limón, que era rápido y listo, lo arregló presentándose en la gala vesido con su traje de payaso, lo que hizo mucho gracia a todos menos al propio limón, que tanto había soñado con ser él por una vez el protagonista de la fiesta, y no el payaso que llevaba dentro...
Al día siguiente, muy de mañana, Limón sustituyó todos sus rotos trajes, y desde entonces, cuidaba las cosas con el mayor esmero, sabiendo que poner un remedio tras otro, terminaría por no tener remedio.

Autor.. Pedro Pablo Sacristan

martes, 28 de diciembre de 2010

Los obstáculos en nuestro camino





Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca. Algunos de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta. Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.



Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, notó una cartera en el suelo, justo donde había estado la roca. 
La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.

Cada obstáculo 
presenta una oportunidad 
para mejorar la condición de uno.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Vendedores de zapatos



Es la historia de dos vendedores de zapatos a quienes sus respectivas empresas enviaron a África para vender sus productos. 


Tan pronto como desembarcaron, el primer vendedor vio que todo el mundo iba descalzo y mandó un telegrama a su jefe: Vuelvo en el primer barco. Aquí nadie utiliza zapatos. 


Una semana más tarde llegó un segundo vendedor, el cual se encontró con la misma situación: sólo se veía gente descalza por las calles. 


Pero éste envió el siguiente telegrama a su empresa: Me quedo aquí. Perspectivas fabulosas. No tenemos competencia



Todo depende del ojo del que mira.

domingo, 26 de diciembre de 2010

LA FERIA MUNDIAL DE LAS RELIGIONES






Mi amigo y yo fuimos a La Feria Mundial de las Religiones. No era una feria comercial. Era una feria de la religión. Pero la competencia era tan feroz y la propaganda igual de estruendosa.

En el stand judío nos dieron unos folletos en los que se decía que Dios se compadecía de todos y que los judíos eran su pueblo escogido. Los judíos. Ningún otro pueblo era tan escogido como el pueblo judío.

En el stand musulmán supimos que Dios era misericordioso con todos y que Mahoma era su único profeta. Que la salvación se obtiene escuchando al único profeta de Dios.

En el stand cristiano descubrimos que Dios es Amor y que no hay salvación fuera de la Iglesia. O se entra en la Iglesia, o se corre el peligro de la condenación eterna.

Al salir pregunté a mi amigo: ¿ Qué piensas de Dios ?.

Que es intolerante, fanático y cruel , me respondió.

Cuando llegué a casa, le dije a Dios: ¿ Cómo soportas éstas cosas, Señor ? ¿ No ves que han estado usando mal tu nombre durante siglos ?

Y me dijo Dios: Yo no he organizado la feria. Incluso me habría dado vergüenza visitarlas

sábado, 25 de diciembre de 2010

El Aguila y la zorra con el rabo cortado

Una zorra a la cual un cepo le había cortado la cola, estaba tan avergonzada, que consideraba su vida horrorosa y humillante, por lo cual decidió que la solución sería aconsejar a las demás hermanas cortarse también la cola, para así disimular con la igualdad general, su defecto personal.
Reunió entonces a todas sus compañeras, diciéndoles que la cola no sólo era un feo agregado, sino además una carga sin razón.

Pero una de ellas tomó la palabra y dijo:

-- Oye hermana, si no fuera por tu conveniencia de ahora, ¿ nos darías en realidad este consejo ?

 

Cuídate de los que dan consejo en busca de su propio beneficio, y no por hacer realmente un bien.

viernes, 24 de diciembre de 2010

El águila y el escarabajo



Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que le salvara.

Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.

Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.

Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.

Nunca desprecies
lo que parece insignificante, 
pues no hay ser tan débil 
que no pueda alcanzarte.

jueves, 23 de diciembre de 2010

La zorra y el mono disputando sobre su nobleza





Viajaban por esta tierra juntos una zorra y un mono, disputando a la vez cada uno sobre su nobleza.


Mientras cada cual detallaba ampliamente sus títulos, llegaron a cierto lugar. 

Volvió el mono su mirada hacia un cementerio y rompió a llorar. 

Preguntó la zorra que le ocurría, y el mono, mostrándoles unas tumbas le dijo:

-- ¡ Oh, cómo no voy a llorar cuando veo las lápidas funerarias de esos grandes héroes, mis antepasados !

-- ¡ Puedes mentir cuanto quieras -- contestó la zorra --; pues ninguno de ellos se levantará para contradecirte !

Sé siempre honesto en tu vida. 
Nunca sabrás si el vecino que te escucha 
sabe la verdad 
y corroborará o desmentirá 
tus palabras.

Esopo

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La zorra y la pantera


Disputaban otro día la zorra y la pantera acerca de su belleza.


La pantera alababa muy especialmente los especiales pintados de su piel.

Replicó entonces la zorra diciendo:

-- ¡Mucho más hermosa me considero yo, no por las apariencias de mi cuerpo, sino más bien por mi espíritu!

Las cualidades del espíritu 
son preferibles a las del cuerpo.

martes, 21 de diciembre de 2010

El águila, el cuervo y el pastor



Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito.

La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.    

Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.

Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les dijo:

- Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.
  
Pon tu esfuerzo y dedicación 
en lo que realmente estás preparado, 
no en lo que no te corresponde.

lunes, 20 de diciembre de 2010

EL EXPLORADOR


 

El explorador había regresado junto a los suyos, que estaban ansiosos por saberlo todo acerca del Amazonas. Pero ¿cómo podía él expresar con palabras la sensación que había inundado su corazón cuando contempló aquellas flores de sobrecogedora belleza y escuchó los sonidos nocturnos de la selva? ¿Cómo comunicar lo que sintió en su corazón cuando se dio cuenta del peligro de las fieras o cuando conducía su canoa por las inciertas aguas del río?

Y les dijo: 

«Id y descubridlo vosotros mismos. 
Nada puede sustituir 
al riesgo y a la experiencia personales». 

Pero, para orientarles, les hizo un mapa del Amazonas.

Ellos tomaron el mapa y lo colocaron en el Ayuntamiento. E hicieron copias de él para cada uno. Y todo el que tenía una copia se consideraba un experto en el Amazonas, pues ¿no conocía acaso cada vuelta y cada recodo del río, y cuán ancho y profundo era, y dónde había rápidos y dónde se hallaban las cascadas?

El explorador se lamentó toda su vida de haber hecho aquel mapa. Habría sido preferible no haberlo hecho.

domingo, 19 de diciembre de 2010

BUSCAR EN LUGAR EQUIVOCADO

 


Un vecino encontró a Nasruddin cuando éste andaba buscando algo de rodillas. 

«¿Qué andas buscando, Mullab?».

«Mi llave. La he perdido».

Y arrodillados los dos, se pusieron a buscar la llave perdida. Al cabo de un rato dijo el vecino: 

«¿Dónde la perdiste?». «En casa».

«¡Santo Dios! Y entonces, ¿por qué la buscas aquí?».

«Porque aquí hay más luz».

¿De qué vale buscar a Dios en lugares santos

 si donde lo has perdido ha sido en tu corazón? 

sábado, 18 de diciembre de 2010

El elefante y la rana

EL ELEFANTE Y LA RATA

Se hallaba un elefante bañándose tranquilamente en un remanso, en mitad de la jungla, cuando, de pronto, se presentó una rata y se puso a insistir en que el elefante saliera del agua.
«No quiero», decía el elefante. «Estoy disfrutando y me niego a ser molestado».
«Insisto en que salgas ahora mismo», le dijo la rata.
«¿Por qué?», preguntó el elefante.
«No te lo diré hasta que hayas salido de ahí», le respondió la rata.
«Entonces no pienso salir», dijo el elefante.
Pero, al final, se dio por vencido. Salió pesadamente del agua, se quedó frente a la rata y dijo:
«Está bien; ¿para qué querías que saliera del agua?».
«Para comprobar si te habías puesto mi bañador», le respondió la rata.


Es infinitamente más fácil para un elefante ponerse el bañador de una rata que para Dios acomodarse a nuestras doctas ideas acerca de Él.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Nuestras expectativas


Un hombre llegó a un pueblo y fue a ver al maestro sufí, el anciano sabio de la localidad.
El visitante dijo:
-Estoy considerando mudarme aquí. Me preguntaba qué clase de vecindario es éste. ¿Puede decirme cómo son las personas aquí?
-Dime qué clase de personas vivían en el lugar de donde vienes -dijo el maestro sufí.
-Oh, eran salteadores, estafadores y embusteros.
-¿Sabes algo? Ésa es exactamente la clase de personas que viven aquí.
El visitante se fue y nunca volvió.
Media hora después, otro hombre entró al pueblo, buscó al maestro sufí y le dijo:-Estoy pensando en mudarme para acá. ¿Puede decirme qué clase de personas viven aquí?
-Dime qué clase de personas vivían en el lugar de donde vienes -volvió a responder el maestro.
-Oh, eran las personas más amables, dulces compasivas y afectuosas. ¡Los voy a extrañar muchísimo!
-Ésa es exactamente la clase de personas que vive aquí -dijo al maestro.”

jueves, 16 de diciembre de 2010

Utilizar la fuente del problema



Un sabio filósofo comentaba una vez que el único obstáculo a vencer de un águila, para volar con mayor velocidad y mayor facilidad, era el aire. 

Sin embargo, si el aire le fuera quitado y la orgullosa ave tuviera que volar en el vacío, caería instantáneamente, imposibilitada totalmente para volar.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

No esperes a dar lo mejor de tí



Había un muchacho que estaba en el equipo de su universidad y no ponía, ni de lejos, su mejor esfuerzo. No prestaba demasiado caso a las órdenes del entrenador. Un día llegó un telegrama diciendo que su padre acababa de morir. En el siguiente partido apareció el muchacho y le dijo al entrenador que le dejara jugar ese partido decisivo. "Hoy en principio no vas a jugar", le dijo el entrenador.

El partido no iba muy bien y a falta de 10 minutos el muchacho insistió y el entrenador le dijo, "prepárate que vas a salir". El muchacho jugó como nunca. A los 2 minutos de salir metió el gol del empate y a falta de 1 minuto marcó el gol de la victoria. Al final, el público invadió el campo y levantó al muchacho. El entrenador le dijo "¿Qué te ha pasado?" El muchacho contestó: "Mi padre era ciego y hoy ha sido el primer partido que me ha visto jugar."





martes, 14 de diciembre de 2010

Posición de liderazgo



Los líderes tienen dos características. Primero, van a alguna parte; y segundo, pueden persuadir a otras personas de ir con ellos. Son como el presidente de una gran corporación que llegó tarde a una reunión. 

Irrumpiendo en el salón, se sentó en el asiento más cercano disponible en vez de ocupar su lugar acostumbrado. 

Uno de sus jóvenes ayudantes protestó:

«Por favor, señor, usted debe estar a la cabecera de la mesa». 

El ejecutivo, que tenía un cabal entendimiento de su lugar en la compañía, respondió: 

«Hijo, en cualquier lugar que me siente, esa es la cabecera de la mesa».

lunes, 13 de diciembre de 2010

Cambiar o morir



En la década de los 40, el reloj suizo era el reloj más prestigioso y de mayor calidad en el mundo. Por consiguiente, el 80% de los relojes vendidos en el mundo eran fabricados en Suiza. 

Al final de la década de los 50, fue presentado el reloj digital a los líderes de las compañías relojeras suizas. Estos rechazaron la nueva idea porque sabían que tenían el mejor reloj y los mejores fabricantes de relojes. 

Entonces, el hombre que había desarrollado el reloj digital vendió la idea a Seiko. En 1940, los fabricantes de relojes empleaban a ochenta mil personas. 

En la actualidad emplean a dieciocho mil. En 1940, el 80% de los relojes vendidos en el mundo se fabricaban en Suiza. Ahora el 80% son digitales. 

Esto demuestra lo que sucede con muchas organizaciones y personas: prefieren morir antes que cambiar.

domingo, 12 de diciembre de 2010

EL SEÑOR YE AMABA LOS DRAGONES



Al señor Ye le gustaban tanto los dragones que los tenía pintados o tallados por toda la casa. 

Cuando se enteró el verdadero dragón de los cielos, voló a la tierra y metió su cabeza por la puerta de la casa del señor Ye y su cola por una de las ventanas. 

Cuando el señor Ye lo vio, huyó asustado, casi se volvió loco.

Esto demuestra que el señor Ye, en realidad, 
no amaba tanto a los dragones. 
Sólo le gustaba aquello que se le parecía, 
pero en ningún caso el auténtico dragón.

Shen Zi

sábado, 11 de diciembre de 2010

EL HOMBRE QUE NO VIO A NADIE



EL HOMBRE QUE NO VIO A NADIE

Había una vez un hombre en el Reino de Qi que tenía sed de oro. Una mañana se vistió con elegancia y se fue a la plaza. Apenas llegó al puesto del comerciante en oro, se apoderó de una pieza y se escabulló.

         El oficial que lo aprehendió le preguntó:

         - ¿Por qué robo el oro en presencia de tanta gente?

         - Cuando tomé el oro – contestó –, no vi a nadie. No vi más que el oro.
Lie Zi

viernes, 10 de diciembre de 2010

LA SOSPECHA



LA SOSPECHA

Un hombre perdió su hacha; y sospechó del hijo de su vecino. 

Observó la manera de caminar del muchacho –exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven –idéntica a la de un ladrón. Observó su forma de hablar –igual a la de un ladrón. En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable de hurto.

Pero más tarde, encontró su hacha en un valle. Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho le parecían muy diferentes de los de un ladrón.
Lie Zi

jueves, 9 de diciembre de 2010

DEMASIADOS SENDEROS



DEMASIADOS SENDEROS

Un vecino de Yang Zi, que había perdido una oveja, mandó a todos sus hombres a buscarla y le pidió al sirviente de Yang Zi que se uniera a ellos.
         - ¡Qué! – exclamó Yang Zi –. ¿Necesita Ud. a todos estos hombres para encontrar una oveja?
         - Son muchos los senderos que puede haber seguido – explicó el vecino. Cuando regresaron, YangZi preguntó al vecino:
         - Bueno, ¿encontraron la oveja?
         Este contestó que no. Entonces Yang Zi preguntó por qué habían fracasado.
         - Hay demasiados senderos – respondió el vecino –. Un sendero conduce a otro, y no supimos cuál tomar; así es que regresamos.
         Yang Zi se quedó hondamente pensativo. Permaneció silencioso largo tiempo y no sonrió en todo el día.
         Sus discípulos estaban sorprendidos.
         - Una oveja es una nadería – dijeron –, y ésta no era ni siquiera suya. ¿Por qué tiene Ud. que dejar de hablar y sonreír?
         Yang Zi no respondió, y sus discípulos se llenaron de perplejidad. Uno de ellos, Mengsun Yang, fue a contarle a Xindu Zi lo que ocurría.
         - Cuando hay demasiados senderos – dijo Xindu Zi –, un hombre no puede encontrar su oveja. Cuando un estudiante se dedica a demasiadas cosas, malgasta su tiempo y pierde su ruta. Usted es discípulo de Yang Zi y aprende de él; sin embargo, parece que no ha llegado a comprenderle nada. ¡Qué lástima!
Lie Zi

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El águila y la zorra




Eran muy amigas y decidieron vivir juntas con la idea de que eso reforzaría su amistad. 

Entonces el águila escogió un árbol muy elevado para poner allí sus huevos, mientras que la zorra soltó a sus hijos bajo unas zarzas sobre la tierra al pie del mismo árbol. 

Un día que la zorra salió a buscar su comida, el águila, que estaba hambrienta cayó sobre las zarzas, se llevó a los zorruelos, y entonces ella y sus crías se regozijaron con un banquete.

Regresó la zorra y más le dolió el no poder vengarse, que saber de la muerte de sus pequeños; 

¿Cómo podría ella, siendo un animal terrestre, sin poder volar, perseguir a uno que vuela ? Tuvo que conformarse con el usual consuelo de los débiles e impotentes: maldecir desde lejos a su enemigo.

Mas no pasó mucho tiempo para que el águila recibiera el pago de su traición contra la amistad. Se encontraban en el campo unos pastores sacrificando una cabra; cayó el águila sobre ella y se llevó una víscera que aún conservaba fuego, colocándola en su nido. Vino un fuerte viento y transmitió el fuego a las pajas, ardiendo también sus pequeños aguiluchos, que por pequeños aún no sabían volar, los cuales se vinieron al suelo. Corrió la zorra, y tranquilamente devoró a todos los aguiluchos ante los ojos de su enemiga.

Nunca traiciones la amistad sincera, 
pues si lo hicieras, 
tarde o temprano del cielo llegará el castigo.