A un hombre del Reino de Song le pareció que los vástagos en sus campos no crecían bastante aprisa. En vista de ello, dio a todos y a cada uno, un estirón; y se fue a casa casi exhausto.
- Hoy estoy muy cansado – dijo a su familia –. He estado ayudando a los brotes a crecer.
Su hijo salió corriendo al campo y encontró todas sus plantas muertas.
Casi todos querrían ayudar a los vástagos en su crecimiento;
pero algunos consideran todo esfuerzo inútil y no lo intentan,
ni siquiera desbrozando el campo; otros tratan de ayudarles dándoles un estirón.
Esto último, por supuesto, es peor que inútil.
Mencio
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