Un maestro oriental vio como un alacrán se estaba ahogando, y decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo el alacrán lo picó. Por la reacción del dolor, el maestro lo soltó y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez y otra vez el alacrán lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: "Perdone maestro, ¡¡¡pero es usted terco!!!.. ¿no entiende que cada vez que intente sacarlo del agua, el alacrán lo picará?"
El maestro respondió:
"La naturaleza del alacrán es picar, el no va a cambiar su naturaleza y eso no va a hacer cambiar la mía, que es ayudar y servir".
Y entonces ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No dejes de hacer aquello que te dicta tu corazón. No permitas que la conducta de otras personas condicionen la tuya.
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