lunes, 28 de enero de 2013

Eisai y la limosna



Un pobre hombre vino a pedirle a Eisai dinero para comer.

Eisai buscó por todo el templo, pero no enconó ni una sola moneda. Entonces cogió la aureola de oro de la estatua de Buda y se la dió al hombre. Muchos monjes estaban escandalizados con su conducta. Le dijeron:

-¡Irá usted al infierno por haber hecho eso!

Pero Eisai les contestó:

-No me importa.

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