jueves, 9 de junio de 2011

El médico ignorante



Los demás médicos habían asegurado que, aunque no estaba en peligro, su mal sería de larga duración; únicamente el médico ignorante le dijo que tomara todas sus disposiciones porque no pasaría del día siguiente.
Al cabo de algún tiempo, el enfermo se levantó y salió, pálido y caminando con dificultad. Nuestro médico le encontró y le dijo:
- ¿Cómo están, amigo, los habitantes del infierno?

- Tranquilos – contestó -, porque han bebido el agua del Lecteo.

- Pero últimamente Hades y la Muerte proferían terribles amenazas contra los médicos porque no dejan morir a los enfermos, y a todos los apuntaban en su libro. Iban a apuntarte a ti también, pero yo me arrojé a sus pies jurándoles que no eras un verdadero médico y diciendo que te habían acusado sin motivo.



Ten cuidado 

con los que pretenden arreglar tus problemas 

sin tener preparación para ello.


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