martes, 17 de abril de 2012

Ignorancia



Se trataba de dos amigos no demasiado inteligentes. Habían decidido hacer una marcha y dormir en un establo. Caminaron durante toda la jornada. Al anochecer se alojaron, como tenían previsto, en un establo del que previamente tenían noticias. Estaban muy cansados y durmieron profundamente; pero, de madrugada, una pesadilla despertó a uno de los amigos. Zarandeó a su compañero, despertándolo, y le dijo: 

--Sal fuera y dime si ha amanecido. Comprueba si ha salido el sol. 

El hombre salió y vio que todo estaba muy oscuro. Volvió al establo y explicó: 

--Oye, está todo tan oscuro que no puedo ver si el sol ha salido. 

—¡No seas idiota! -exclamó el compañero-. ¿Acaso no puedes encender la linterna para ver si ha salido? 



Así procede muchas veces el ser humano 
en la búsqueda espiritual, 
sin utilizar el discernimiento correcto.


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