Una vez hubo tres hombres que miraban desde lejos hacia una casa blanca que se erguía solitaria sobre una verde colina. Uno de ellos dijo:
-Aquella es la casa de doña Ruth. Es una vieja bruja.
-Te equivocas -dijo el segundo hombre-, doña Ruth es una hermosa mujer que vive allí consagrada a sus sueños.
-Ambos se equivocan -dijo el tercero-. Doña Ruth es la arrendataria de esta vasta tierra y extrae sangre de sus siervos.
Y continuaron su camino discutiendo acerca de doña Ruth.
Cuando llegaron a un cruce encontraron a un anciano y uno de ellos le preguntó:
-¿Podrías contarnos algo sobre doña Ruth, la que habita aquella casa blanca sobre la colina?
El anciano levantó la cabeza y sonriendo dijo:
-Tengo noventa años y recuerdo a doña Ruth desde niño. Pero doña Ruth falleció ochenta años atrás. Y ahora la casa está vacía. Los búhos anidan en ella algunas veces, y la gente dice que el lugar está embrujado.
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