sábado, 13 de octubre de 2012

Levantarse temprano





Para Nasrudín la vida es un absurdo coherente con el que hay que conformarse.
Así, cuando aún era joven, su padre le dijo un día:

- Tendrás que levantarte temprano, hijo mío.

- ¿Y por qué, padre?

- Porque es una costumbre muy buena. Un día que me levanté al alba encontré un saco de oro en el camino.

- ¿Quizá lo habían perdido la noche anterior?

- No, no – dijo el padre -. No estaba allí la noche anterior. Si no lo habría visto al volver a casa.

- Entonces – dijo Nasrudín -, el hombre que había perdido su oro se había levantado todavía más temprano que tú. ¿Ves como levantarse pronto no es bueno para todo el mundo?

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