Un hombre con tres pelos en la cabeza –estaba casi completamente calvo– entró en una peluquería y pidió que le lavaran la cabeza y le peinaran. El peluquero empezó a hacer su trabajo pero, justo cuando estaba acabando de peinarlo, se cayó uno de los pelos.
El peluquero estaba muy avergonzado, pero el hombre dijo: “Bueno, ¿Qué se le va a hacer? ¡Supongo que tendré que peinarme con raya en medio¡”
El peluquero peinó muy cuidadosamente uno de los pelos hacia la derecha, y estaba a punto de peinar el otro pelo hacia la izquierda cuando también se cayó. El peluquero no paraba de disculparse, pero el hombre se lo tomó con mucha calma: “Bueno –dijo–, creo que ahora tendré que ir por ahí con todo el pelo peinado hacia atrás”.
Esto es aceptación total¡ No puedes alterar a un hombre así. Siempre está satisfecho, siempre encuentra el modo de estar contento. Es un gran arte. Y un hombre que encuentra el modo de estar contento es capaz de ver las cosas con transparencia.
El descontento nubla tus ojos y tu visión; la satisfacción despeja la niebla de tus ojos y aclara tu visión. Tu mirada traspasa, puedes ver a través, puedes comprender las cosas como son.
Origen: India. Libro “Buda, su vida y enseñanzas”, Osho, Gaia Ediciones.
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