Fábula del místico árabe Sa'di:
Un hombre que paseaba por el bosque vio un zorro que había perdido sus patas,
por lo que el hombre se preguntaba cómo podría sobrevivir. Entonces vio llegar a un
tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejó el resto de
la carne para el zorro.
Al día siguiente Dios volvió a alimentar al zorro por medio del mismo tigre. El
comenzó a maravillarse de la inmensa bondad de Dios y se dijo a sí mismo: «Voy
también yo a quedarme en un rincón, confiando plenamente en el Señor, y éste me dará
cuanto necesito».
Así lo hizo durante muchos días; pero no sucedía nada y. el pobre hombre estaba
casi a las puertas de la muerte cuando oyó una Voz que le decía: «¡Oh, tú, que te
hallas en la senda del error, abre tus ojos a la Verdad! Sigue el ejemplo del tigre y
deja ya de imitar al pobre zorro mutilado».
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