jueves, 16 de agosto de 2012

GANDHI Y LOS DULCES



En cierta ocasión una mujer llevó a su hija a ver al Mahatma Gandhi. La mujer estaba verdaderamente preocupada porque la niña padecía una grave adicción a los dulces y viendo que las amonestaciones de padres y familiares no funcionaban pensó que como la niña admiraba mucho a Gandhi, haría caso al “bapu” cómo llamaban cariñosamente al padre de la India. Gandhi le dijo a la madre que volviera dentro de tres meses. La mujer sin entender la causa cumplió la demanda y a los tres meses sin falta volvió a pedir audiencia con Gandhi. Entonces éste hablo con la niña y la convenció para que moderase su vicio. 

Entonces la madre no pudo retener su curiosidad y pregunto:

- Gandhiji, ¿por qué no le dijiste esto mismo hace tres meses? 

Y Gandhi contestó:

- Porque hace tres meses yo también era muy goloso

No hay comentarios:

Publicar un comentario