«¿Por qué acudiste al Maestro?»
«Porque mi vida no iba a ninguna parte ni me daba nada».
«¿Y adónde va ahora tu vida?»
«A ninguna parte».
«¿Y qué te da ahora?»
«Nada».
«Entonces, ¿cuál es la diferencia?»
«Ahora no voy a ninguna parte,
porque no hay ninguna parte adonde ir;
y no obtengo nada, porque no hay nada que desear».
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