lunes, 12 de diciembre de 2011

¿Todo se puede lograr?




A los discípulos que contaban ingenuamente en que no había nada que no pudieran lograr si se ponían a ello con decisión,  el Maestro solía decirles:
         
«Las mejores cosas de la vida  no pueden lograrse por la fuerza».
         «Puedes obligar a comer,
         pero no puedes obligar a sentir hambre;
         puedes obligar a alguien a acostarse,
         pero no puedes obligarle a dormir;
         puedes obligar a que te elogien,
         pero no puedes obligar a sentir admiración;
         puedes obligar a que te cuenten un secreto,
         pero no puedes obligar a inspirar confianza;
         puedes obligar a que te sirvan,
         pero no puedes obligar a que te amen».




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