El Maestro explicaba a sus discípulos
que alcanzarían la Iluminación
el día en que consiguieran mirar sin interpretar.
Ellos quisieron saber en qué consistía mirar interpretando.
Y el Maestro lo explicó así:
Dos peones camineros católicos se hallaban trabajando justamente delante de un burdel cuando, de pronto,
vieron cómo un rabino se deslizaba furtivamente en la casa.
«¿Qué vas a esperar de un rabino?», se dijeron el uno al otro.
Al cabo de un rato, el que entró fue un pastor protestante.
Ellos no se sorprendieron: «¿Qué vas a esperar.....?
Entonces apareció el párroco católico, que,
cubriéndose el rostro con una capa,
se deslizó también en el edificio.
«Es terrible, ¿no crees?
Una de las chicas debe de estar muy enferma».
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